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Efectos de la migración internacional en los lugares de origen Las consecuencias de la migración internacional en las regiones de origen son muchas y variadas. Éstas dependen de la magnitud y modalidades de la migración, el perfi l demográfi co regional y las características de las personas que conforman los fl ujos migratorios. Estos efectos no se refi eren únicamente a la alteración de las estructuras demográfi cas, sino también a la modifi cación de las condiciones socioeconómicas, políticas y culturales, las cuales tienen a su vez repercusiones a nivel personal y familiar. Efectos demográfi cos Estructura por edad y sexo de la población La migración es uno de los componentes del cambio demográfi co que, junto con la mortalidad y la fecundidad, pueden afectar el crecimiento y la estructura por sexo y edades de la población, ya sea por sus efectos directos o indirectos. Dado que la población emigrante suele ser joven, en edades potencialmente productivas y repro- ductivas, las regiones de destino se rejuvenecen, mientras que las de origen envejecen al quedar predominantemente los efectivos poblacionales de mayor edad. Es decir, en las regiones de destino aumenta la natalidad y disminuye la mortalidad, mientras que en las de origen sucede lo contrario. Por tanto, una región que pierde población por migración no sólo pierde su importancia numérica, sino también modifi ca su crecimiento natural. Esto es particularmente válido en algunas entidades federativas del centro-occidente de México de larga historia y alta intensidad migratoria a Estados Unidos como Zacatecas, Michoacán y Guanajuato. En el año 2000, por ejemplo, 41 de los 58 municipios del estado de Zacatecas registraron tasas de crecimiento poblacional negativas, así como elevados porcentajes de población adulta mayor (60 años o más). Otro efecto demográfi co de la migración en las regiones de origen es el desequilibrio en el volumen por sexo, ya que al tratarse de migraciones motivadas por cuestiones principalmente laborales suelen emigrar más hombres que mujeres. Por tanto, en las regiones de destino hay mayor proporción de hombres y en las de origen, de muje- res. También se da el caso contrario cuando son las mujeres las que más emigran. El equilibrio o desequilibrio en la relación numérica entre los sexos afecta, entre otros fenómenos sociodemográfi cos, a los mercados laborales. Esto, a su vez, puede llegar a tener implicaciones que afectan a otras esferas de la vida social, como modifi ca- ciones en los roles y relaciones de género, así como en las actividades domésticas y extradomésticas que desempeñan las personas migrantes y no migrantes. Por ejemplo, en pequeñas comunidades del estado de Guanajuato, la ausencia de mano de obra masculina al interior de los hogares, producto de la migración de sus habitantes, ha provocado una mayor participación de las mujeres (madres, esposas e hijas de migrantes) en los mercados laborales regionales, lo cual se concreta efectiva- mente en cada vez mayores tasas de participación económica femenina. Asimismo, el desequilibrio numérico entre sexos puede incidir en los patrones matrimoniales y reproductivos e, indirectamente, sobre la organización de las unidades familiares. Composición y estructura de los hogares Otras consecuencias de la migración internacional se observan en cambios en la es- tructura, dinámica y tamaño de los hogares. Aunque sería incorrecto considerar que esos cambios se deben exclusivamente a las migraciones, no cabe duda de que éstas constituyen uno de sus principales factores explicativos. Diversos estudios realizados en contextos de origen de los migrantes han documentado que la migración promueve la formación de hogares con jefatura femenina, así como de hogares ampliados o extensos; además, ha contribuido a la creación de formas inéditas de organización y conviven
lugares de origen
Las consecuencias de la migración internacional en las regiones de origen son muchas
y variadas. Éstas dependen de la magnitud y modalidades de la migración, el perfi l
demográfi co regional y las características de las personas que conforman los fl ujos
migratorios. Estos efectos no se refi eren únicamente a la alteración de las estructuras
demográfi cas, sino también a la modifi cación de las condiciones socioeconómicas,
políticas y culturales, las cuales tienen a su vez repercusiones a nivel personal y familiar.
Efectos demográfi cos
Estructura por edad y sexo de la población
La migración es uno de los componentes del cambio demográfi co que, junto con la
mortalidad y la fecundidad, pueden afectar el crecimiento y la estructura por sexo
y edades de la población, ya sea por sus efectos directos o indirectos. Dado que la
población emigrante suele ser joven, en edades potencialmente productivas y repro-
ductivas, las regiones de destino se rejuvenecen, mientras que las de origen envejecen
al quedar predominantemente los efectivos poblacionales de mayor edad. Es decir,
en las regiones de destino aumenta la natalidad y disminuye la mortalidad, mientras
que en las de origen sucede lo contrario. Por tanto, una región que pierde población
por migración no sólo pierde su importancia numérica, sino también modifi ca su
crecimiento natural. Esto es particularmente válido en algunas entidades federativas
del centro-occidente de México de larga historia y alta intensidad migratoria a Estados
Unidos como Zacatecas, Michoacán y Guanajuato. En el año 2000, por ejemplo,
41 de los 58 municipios del estado de Zacatecas registraron tasas de crecimiento
poblacional negativas, así como elevados porcentajes de población adulta mayor
(60 años o más).
Otro efecto demográfi co de la migración en las regiones de origen es el desequilibrio
en el volumen por sexo, ya que al tratarse de migraciones motivadas por cuestiones
principalmente laborales suelen emigrar más hombres que mujeres. Por tanto, en las
regiones de destino hay mayor proporción de hombres y en las de origen, de muje-
res. También se da el caso contrario cuando son las mujeres las que más emigran. El
equilibrio o desequilibrio en la relación numérica entre los sexos afecta, entre otros
fenómenos sociodemográfi cos, a los mercados laborales. Esto, a su vez, puede llegar
a tener implicaciones que afectan a otras esferas de la vida social, como modifi ca-
ciones en los roles y relaciones de género, así como en las actividades domésticas y
extradomésticas que desempeñan las personas migrantes y no migrantes.
Por ejemplo, en pequeñas comunidades del estado de Guanajuato, la ausencia de
mano de obra masculina al interior de los hogares, producto de la migración de sus
habitantes, ha provocado una mayor participación de las mujeres (madres, esposas e
hijas de migrantes) en los mercados laborales regionales, lo cual se concreta efectiva-
mente en cada vez mayores tasas de participación económica femenina. Asimismo,
el desequilibrio numérico entre sexos puede incidir en los patrones matrimoniales
y reproductivos e, indirectamente, sobre la organización de las unidades familiares.
Composición y estructura de los hogares
Otras consecuencias de la migración internacional se observan en cambios en la es-
tructura, dinámica y tamaño de los hogares. Aunque sería incorrecto considerar que
esos cambios se deben exclusivamente a las migraciones, no cabe duda de que éstas
constituyen uno de sus principales factores explicativos. Diversos estudios realizados
en contextos de origen de los migrantes han documentado que la migración promueve
la formación de hogares con jefatura femenina, así como de hogares ampliados o
extensos; además, ha contribuido a la creación de formas inéditas de organización y
conviven