1. Inestabilidad política de los Estados. Es explicable desde la constatación de factores de corrupción, que socava brutalmente la confianza de la ciudadanía en el funcionamiento regular de las instituciones políticas. Esta desconfianza detiene el desarrollo social, también reproduce y consolida la desigualdad social, consolida el clientelaje político y perpetúa la ineficacia de la burocracia y, por lo tanto, impide contar con una administración pública eficiente.
2. Ineficiencia e incapacidad en el aprovechamiento de los recursos y en la implementación de las políticas públicas. En efecto, cuando el soborno se convierte en práctica corriente, los contratos gubernamentales, las concesiones, las licitaciones, las privatizaciones no son adjudicadas a los postores más eficientes y profesionales, sino a los que tienen mejores contactos y carecen de escrúpulos.
3. Sentimiento de desconfianza en las instituciones y entre los propios conciudadanos quiebra las bases del contrato social llevando a un clima de anomia y desestructuración social. La sociedad percibe de sus autoridades están para beneficiarse del cargo que para servir al ciudadano.
1. Inestabilidad política de los Estados. Es explicable desde la constatación de factores de corrupción, que socava brutalmente la confianza de la ciudadanía en el funcionamiento regular de las instituciones políticas. Esta desconfianza detiene el desarrollo social, también reproduce y consolida la desigualdad social, consolida el clientelaje político y perpetúa la ineficacia de la burocracia y, por lo tanto, impide contar con una administración pública eficiente.
2. Ineficiencia e incapacidad en el aprovechamiento de los recursos y en la implementación de las políticas públicas. En efecto, cuando el soborno se convierte en práctica corriente, los contratos gubernamentales, las concesiones, las licitaciones, las privatizaciones no son adjudicadas a los postores más eficientes y profesionales, sino a los que tienen mejores contactos y carecen de escrúpulos.
3. Sentimiento de desconfianza en las instituciones y entre los propios conciudadanos quiebra las bases del contrato social llevando a un clima de anomia y desestructuración social. La sociedad percibe de sus autoridades están para beneficiarse del cargo que para servir al ciudadano.