Los desafíos políticos que enfrentaron los mexicanos al consumarse la independencia fue establecer el tipo de gobierno que se establecería en el país.
Las luchas internas en Mexico entre los años 1821 y 1850 fueron muy variadas debido a que la sociedad de ese momento, había un malestar latente debido a la diferenciación entre clases sociales y económicas y dichas causas se debían principalmente a la repartición de tierras, las limitaciones para poder desarrollar la industria, la agricultura y se dio preferencia a la industria y comercio de España.
Otra causa es que las riquezas generadas en el estado mexicano iban a manos del gobierno de España y de los blancos.
Tras la consumación de la independencia, los mexicanos enfrentaron dos importantes desafíos políticos: fundar un sistema de gobierno propio y hacer leyes para el nuevo país. Sin embargo, la falta de recursos económicos también fue un obstáculo para la fundación del Estado mexicano.
Como recordarás, la independencia fue posible gracias a un gran acuerdo entre distintos grupos sociales y políticos. Este pacto lo encabezaron Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero y se concretó en el Plan de Iguala. Según ese plan México sería gobernado por una monarquía constitucional.
Esto significaba que debía haber un rey, pero éste no gobernaría según su voluntad personal, sino con base en una constitución. También se planteó que existiría un Congreso o Cámara de diputados encargado de elaborar las leyes y supervisar al gobierno, y se formarían tribunales para impartir justicia. A esto se le llama división de poderes.
La idea de que el país tuviera un gobierno monárquico fue compartida por gran parte de los mexicanos, por lo que a este grupo se le conoció por sus ideas como monarquista. Hoy parecería muy extraño que en lugar de presidente tuviéramos un rey, pero en ese momento muchos creyeron que era una buena opción para mantener la unidad y la paz interna.
Según el Plan de Iguala, el trono de México debía ser ocupado por un príncipe español; de este modo se esperaba mantener las relaciones con España y con el resto de Europa.
La fundación del Imperio Mexicano fue recibida con entusiasmo por los habitantes del país. Después de muchos años, se esperaba que el nuevo gobierno trajera la estabilidad política y económica.
Las provincias eligieron diputados, quienes se reunieron para redactar la Constitución. Las provincias de Centroamérica se unieron al Imperio. Gracias a ello el país llegó a tener una inmensa extensión, desde California hasta Costa Rica.
Sin embargo el Imperio no fue lo que se esperaba: España no aceptó enviar un príncipe al trono de México porque no reconocía la independencia; ante esto Iturbide tomó la decisión de convertirse en emperador, pero tal hecho causó problemas, pues si bien muchas personas lo admiraban como líder político y militar, casi ninguna aceptaba que se convirtiera en monarca.
Iturbide entró en conflicto con el Congreso y encarceló a varios diputados. Antiguos insurgentes, como Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, se levantaron en armas. También una parte del ejército mexicano y las autoridades de varias provincias se declararon en contra del emperador. Finalmente, en marzo de 1823 Iturbide renunció a su cargo y abandonó el país. Enseguida el Congreso decidió modificar el sistema de gobierno y convirtió a México en una república federal; este cambio quedó establecido en la Constitución de 1824, que fue la primera carta magna de nuestro país.
Con el nuevo sistema las provincias se convirtieron en estados o entidades federativas. A partir de entonces cada uno pudo contar con un gobierno y un congreso propios. Los estados podían tomar decisiones acerca de sus asuntos particulares siempre y cuando respetaran la Constitución.
El primer presidente de la República fue Guadalupe Victoria, un antiguo insurgente, quien ganó las elecciones en 1824. Durante su mandato el país se mantuvo en calma, lo cual permitió al gobierno impulsar la educación y obtener préstamos del extranjero que mejoraron la economía.
En 1829 Guadalupe Victoria terminó su periodo de gobierno y lo sucedió en la presidencia Vicente Guerrero, quien tuvo que combatir a sus opositores para poder gobernar.
Como mandatario, Guerrero enfrentó con éxito un intento de reconquista española en 1829. Otras acciones de su gobierno fueron hacer efectiva la abolición de la esclavitud y expulsar a miles de españoles que vivían en México.
Esta última disposición agravó la división entre los dirigentes políticos. El vicepresidente, Anastasio Bustamante, aprovechó la situación para derrocar a Guerrero y ocupar la presidencia. Guerrero fue capturado y fusilado en Oaxaca en 1831.
En los años siguientes los distintos grupos políticos se disputarían la presidencia, la mayoría de las veces en forma violenta y sin respetar la Constitución.
Respuesta:
Los desafíos políticos que enfrentaron los mexicanos al consumarse la independencia fue establecer el tipo de gobierno que se establecería en el país.
Las luchas internas en Mexico entre los años 1821 y 1850 fueron muy variadas debido a que la sociedad de ese momento, había un malestar latente debido a la diferenciación entre clases sociales y económicas y dichas causas se debían principalmente a la repartición de tierras, las limitaciones para poder desarrollar la industria, la agricultura y se dio preferencia a la industria y comercio de España.
Otra causa es que las riquezas generadas en el estado mexicano iban a manos del gobierno de España y de los blancos.
Explicación:
Respuesta:
Tras la consumación de la independencia, los mexicanos enfrentaron dos importantes desafíos políticos: fundar un sistema de gobierno propio y hacer leyes para el nuevo país. Sin embargo, la falta de recursos económicos también fue un obstáculo para la fundación del Estado mexicano.
Como recordarás, la independencia fue posible gracias a un gran acuerdo entre distintos grupos sociales y políticos. Este pacto lo encabezaron Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero y se concretó en el Plan de Iguala. Según ese plan México sería gobernado por una monarquía constitucional.
Esto significaba que debía haber un rey, pero éste no gobernaría según su voluntad personal, sino con base en una constitución. También se planteó que existiría un Congreso o Cámara de diputados encargado de elaborar las leyes y supervisar al gobierno, y se formarían tribunales para impartir justicia. A esto se le llama división de poderes.
La idea de que el país tuviera un gobierno monárquico fue compartida por gran parte de los mexicanos, por lo que a este grupo se le conoció por sus ideas como monarquista. Hoy parecería muy extraño que en lugar de presidente tuviéramos un rey, pero en ese momento muchos creyeron que era una buena opción para mantener la unidad y la paz interna.
Según el Plan de Iguala, el trono de México debía ser ocupado por un príncipe español; de este modo se esperaba mantener las relaciones con España y con el resto de Europa.
La fundación del Imperio Mexicano fue recibida con entusiasmo por los habitantes del país. Después de muchos años, se esperaba que el nuevo gobierno trajera la estabilidad política y económica.
Las provincias eligieron diputados, quienes se reunieron para redactar la Constitución. Las provincias de Centroamérica se unieron al Imperio. Gracias a ello el país llegó a tener una inmensa extensión, desde California hasta Costa Rica.
Sin embargo el Imperio no fue lo que se esperaba: España no aceptó enviar un príncipe al trono de México porque no reconocía la independencia; ante esto Iturbide tomó la decisión de convertirse en emperador, pero tal hecho causó problemas, pues si bien muchas personas lo admiraban como líder político y militar, casi ninguna aceptaba que se convirtiera en monarca.
Iturbide entró en conflicto con el Congreso y encarceló a varios diputados. Antiguos insurgentes, como Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, se levantaron en armas. También una parte del ejército mexicano y las autoridades de varias provincias se declararon en contra del emperador. Finalmente, en marzo de 1823 Iturbide renunció a su cargo y abandonó el país. Enseguida el Congreso decidió modificar el sistema de gobierno y convirtió a México en una república federal; este cambio quedó establecido en la Constitución de 1824, que fue la primera carta magna de nuestro país.
Con el nuevo sistema las provincias se convirtieron en estados o entidades federativas. A partir de entonces cada uno pudo contar con un gobierno y un congreso propios. Los estados podían tomar decisiones acerca de sus asuntos particulares siempre y cuando respetaran la Constitución.
El primer presidente de la República fue Guadalupe Victoria, un antiguo insurgente, quien ganó las elecciones en 1824. Durante su mandato el país se mantuvo en calma, lo cual permitió al gobierno impulsar la educación y obtener préstamos del extranjero que mejoraron la economía.
En 1829 Guadalupe Victoria terminó su periodo de gobierno y lo sucedió en la presidencia Vicente Guerrero, quien tuvo que combatir a sus opositores para poder gobernar.
Como mandatario, Guerrero enfrentó con éxito un intento de reconquista española en 1829. Otras acciones de su gobierno fueron hacer efectiva la abolición de la esclavitud y expulsar a miles de españoles que vivían en México.
Esta última disposición agravó la división entre los dirigentes políticos. El vicepresidente, Anastasio Bustamante, aprovechó la situación para derrocar a Guerrero y ocupar la presidencia. Guerrero fue capturado y fusilado en Oaxaca en 1831.
En los años siguientes los distintos grupos políticos se disputarían la presidencia, la mayoría de las veces en forma violenta y sin respetar la Constitución.
Explicación: