Este cuento infantil narra una historia que sucedió hace muchos años. Había un príncipe con ganas de recorrer mundo y por este motivo salió de palacio con su criado, emprendieron un largo viaje hasta que llegaron a un oscuro bosque y se perdieron. Por más vueltas que dieron no encontraron la salida, así que buscaron un refugio.
Pronto divisaron uno, llamaron y abrió una muchacha que les dijo que su madre estaba ausente. El príncipe que era muy valiente, decidió pasar allí la noche. Cuando llegó la madre, sirvió la cena, pero ni el príncipe ni su criado la probaron, pues la muchacha les había advertido que estaría envenenada.
Al día siguiente, y ante la desconfianza, el príncipe y su criado partieron, pero un momento antes, la mujer le dio una botella de vino al criado para que éste se la diera al príncipe. Sin embargo, el caballo del criado se asustó y rompió la botella. Tan sólo unas gotas de aquel vino en la piel del animal bastaron para matarlo. Contenía un líquido mortal.
Los dos hombres cabalgaron todo el día y por la noche llegaron una posada, escondite de doce ladrones. Justo antes de cenar llegaron los bandidos y pretendieron matar tanto al príncipe como su criado, por eso los ataron y quisieron comer unas piezas de caza que llevaba el príncipe, sin saber que también habían tocado aquel veneno de la bruja. Los hombres perecieron y la muchacha que servía la cena liberó al príncipe y a su criado.
De nuevo, los dos hombres emprendieron el viaje al día siguiente. Cabalgaron tres días y tres noches hasta llegar a un país en el que el rey ofrecía la mano de su hija a todo aquel que planteara un acertijo que la princesa no pudiera resolver. El príncipe vio que la muchacha era muy bella y decidió probar suerte con su propio acertijo.
El acertijo que planteó fue preguntarle por una cosa que no mató a ninguno y mató a doce. La princesa no sabía la respuesta, pero esa noche envió a su camarera a la habitación del príncipe para ver si podía averiguar algo. Los dos hombres, muy astutos, intercambiaron sus habitaciones.
La primera noche entró la camarera y el criado se quedó con su capa. La segunda noche volvieron a intercambiar las habitaciones y la camarera tampoco pudo averiguar nada. La princesa, decidió ir en persona la tercera noche. Oyó que el príncipe susurraba sobre el veneno de la bruja, que no mató a un cuervo cuando comió carne de caballo pero si que mató a doce ladrones cuando se lo comieron. En ese momento el príncipe consiguió la capa que llevaba la princesa.
Al día siguiente, y ante la muchedumbre del reino, la princesa dio la respuesta al acertijo, no sin trampa. Pero el príncipe extendió las tres capas tomadas en las noches anteriores para demostrar que la princesa había hecho trampa. El rey, al reconocer la capa de su hija, mandó que la bordaran en oro para que fuera la de la boda y así fue como el príncipe se casó con la princesa y pasados unos años llegaron ser reyes.
Respuesta:
Este cuento infantil narra una historia que sucedió hace muchos años. Había un príncipe con ganas de recorrer mundo y por este motivo salió de palacio con su criado, emprendieron un largo viaje hasta que llegaron a un oscuro bosque y se perdieron. Por más vueltas que dieron no encontraron la salida, así que buscaron un refugio.
Pronto divisaron uno, llamaron y abrió una muchacha que les dijo que su madre estaba ausente. El príncipe que era muy valiente, decidió pasar allí la noche. Cuando llegó la madre, sirvió la cena, pero ni el príncipe ni su criado la probaron, pues la muchacha les había advertido que estaría envenenada.
Al día siguiente, y ante la desconfianza, el príncipe y su criado partieron, pero un momento antes, la mujer le dio una botella de vino al criado para que éste se la diera al príncipe. Sin embargo, el caballo del criado se asustó y rompió la botella. Tan sólo unas gotas de aquel vino en la piel del animal bastaron para matarlo. Contenía un líquido mortal.
Los dos hombres cabalgaron todo el día y por la noche llegaron una posada, escondite de doce ladrones. Justo antes de cenar llegaron los bandidos y pretendieron matar tanto al príncipe como su criado, por eso los ataron y quisieron comer unas piezas de caza que llevaba el príncipe, sin saber que también habían tocado aquel veneno de la bruja. Los hombres perecieron y la muchacha que servía la cena liberó al príncipe y a su criado.
De nuevo, los dos hombres emprendieron el viaje al día siguiente. Cabalgaron tres días y tres noches hasta llegar a un país en el que el rey ofrecía la mano de su hija a todo aquel que planteara un acertijo que la princesa no pudiera resolver. El príncipe vio que la muchacha era muy bella y decidió probar suerte con su propio acertijo.
El acertijo que planteó fue preguntarle por una cosa que no mató a ninguno y mató a doce. La princesa no sabía la respuesta, pero esa noche envió a su camarera a la habitación del príncipe para ver si podía averiguar algo. Los dos hombres, muy astutos, intercambiaron sus habitaciones.
La primera noche entró la camarera y el criado se quedó con su capa. La segunda noche volvieron a intercambiar las habitaciones y la camarera tampoco pudo averiguar nada. La princesa, decidió ir en persona la tercera noche. Oyó que el príncipe susurraba sobre el veneno de la bruja, que no mató a un cuervo cuando comió carne de caballo pero si que mató a doce ladrones cuando se lo comieron. En ese momento el príncipe consiguió la capa que llevaba la princesa.
Al día siguiente, y ante la muchedumbre del reino, la princesa dio la respuesta al acertijo, no sin trampa. Pero el príncipe extendió las tres capas tomadas en las noches anteriores para demostrar que la princesa había hecho trampa. El rey, al reconocer la capa de su hija, mandó que la bordaran en oro para que fuera la de la boda y así fue como el príncipe se casó con la princesa y pasados unos años llegaron ser reyes.
Espero que te sirva.