La explicación más extendida es que los cinco aros representan a los cinco continentes y, del mismo modo, cada color -azul, negro, rojo, amarillo y verde- corresponde con los rasgos de un territorio. El azul representa a Oceanía, que está rodeado de mares y Océanos, el verde corresponde a Europa porque es el continente con mayor diversidad de bosques y montes, el negro por África y sus gentes, el rojo recuerda a los indígenas americanos también llamados 'pieles rojas' y el amarillo por Asia tanto por su piel como por los desiertos que se extienden a lo largo del territorio.
Además, los cinco anillos representan en su totalidad los cinco continentes: Oceanía, América, África, Europa y Asia. Al mismo tiempo están entrelazados entre ellos como símbolo de unión. La primera vez que fueron utilizados de forma oficial fue en los Juegos de Bélgica en 1920.
Además, el círculo representa la continuidad, lo eterno y constante que no tiene principio ni final. Los aros olímpicos también podrían representar a los deportistas, de orígenes muy diferentes, que se unen o entrelazan, como símbolo de fraternidad.
Respuesta:
La explicación más extendida es que los cinco aros representan a los cinco continentes y, del mismo modo, cada color -azul, negro, rojo, amarillo y verde- corresponde con los rasgos de un territorio. El azul representa a Oceanía, que está rodeado de mares y Océanos, el verde corresponde a Europa porque es el continente con mayor diversidad de bosques y montes, el negro por África y sus gentes, el rojo recuerda a los indígenas americanos también llamados 'pieles rojas' y el amarillo por Asia tanto por su piel como por los desiertos que se extienden a lo largo del territorio.
Además, los cinco anillos representan en su totalidad los cinco continentes: Oceanía, América, África, Europa y Asia. Al mismo tiempo están entrelazados entre ellos como símbolo de unión. La primera vez que fueron utilizados de forma oficial fue en los Juegos de Bélgica en 1920.
Además, el círculo representa la continuidad, lo eterno y constante que no tiene principio ni final. Los aros olímpicos también podrían representar a los deportistas, de orígenes muy diferentes, que se unen o entrelazan, como símbolo de fraternidad.