En primer lugar, y puesto que los satélites son vehículos de transferencia de información, el desarrollo del ámbito espacial está estrechamente ligado al desarrollo de la sociedad de la información. Ahora bien, la televisión y las radiodifusiones digitales, la telefonía móvil, los multimedia, Internet, los teleservicios, la navegación y la observación de la Tierra representan mercados enormes, llamados a un crecimiento considerable, para los que los satélites ofrecen ventajas considerables, aunque no constituyan la única respuesta. Se estima, por ejemplo, que el tráfico mundial vinculado a Internet vía satélite, que ha estado triplicándose cada año hasta nuestros días, se multiplicará por diez a finales de la década. Y, a su vez, se calcula que, hacia 2010, el mercado de productos y servicios relacionados con las actividades de navegación por satélite ascenderá a varias decenas de miles de millones de euros.
En segundo lugar, observamos cómo se desarrolla en la actualidad una nueva necesidad de servicio público a escala mundial. Se trata de la necesidad de protección del planeta y del desarrollo sostenible, ámbito en el que los satélites están llamados a desempeñar un papel fundamental. Ya se trate de la evolución del clima, de la previsión de riesgos naturales, de la vigilancia de la contaminación industrial o de la gestión del agua, el satélite ofrece un medio único de observación frecuente, siempre disponible y que abarca todas las escalas de espacio y de tiempo.
Por último, la sed de conocimientos de nuestra sociedad, favorecida por la disponibilidad inmediata de la información, y la caída de las grandes barreras ideológicas tras la Guerra Fría, contribuyen a que se emprendan grandes empresas científicas a escala mundial. El ámbito del espacio, independiente de los condicionamientos terrestres y con vocación de responder a preguntas fundamentales, como el origen de la vida, representa el contexto ideal para la integración de los esfuerzos científicos internacionales. Con este espíritu es como se desarrollan grandes programas como la Estación Espacial Internacional.
- la localizacion de paises o sitios a nivel mundial.
-logran dar la medida o el angulo en el que esta la tierra en su orbita.
- las señales entre paises de todo el mundo.
-la vista o fotografias de nebulosa, galaxias, astros o fenomenos en el universo.
En primer lugar, y puesto que los satélites son vehículos de transferencia de información, el desarrollo del ámbito espacial está estrechamente ligado al desarrollo de la sociedad de la información. Ahora bien, la televisión y las radiodifusiones digitales, la telefonía móvil, los multimedia, Internet, los teleservicios, la navegación y la observación de la Tierra representan mercados enormes, llamados a un crecimiento considerable, para los que los satélites ofrecen ventajas considerables, aunque no constituyan la única respuesta. Se estima, por ejemplo, que el tráfico mundial vinculado a Internet vía satélite, que ha estado triplicándose cada año hasta nuestros días, se multiplicará por diez a finales de la década. Y, a su vez, se calcula que, hacia 2010, el mercado de productos y servicios relacionados con las actividades de navegación por satélite ascenderá a varias decenas de miles de millones de euros.
En segundo lugar, observamos cómo se desarrolla en la actualidad una nueva necesidad de servicio público a escala mundial. Se trata de la necesidad de protección del planeta y del desarrollo sostenible, ámbito en el que los satélites están llamados a desempeñar un papel fundamental. Ya se trate de la evolución del clima, de la previsión de riesgos naturales, de la vigilancia de la contaminación industrial o de la gestión del agua, el satélite ofrece un medio único de observación frecuente, siempre disponible y que abarca todas las escalas de espacio y de tiempo.
Por último, la sed de conocimientos de nuestra sociedad, favorecida por la disponibilidad inmediata de la información, y la caída de las grandes barreras ideológicas tras la Guerra Fría, contribuyen a que se emprendan grandes empresas científicas a escala mundial. El ámbito del espacio, independiente de los condicionamientos terrestres y con vocación de responder a preguntas fundamentales, como el origen de la vida, representa el contexto ideal para la integración de los esfuerzos científicos internacionales. Con este espíritu es como se desarrollan grandes programas como la Estación Espacial Internacional.