Respuesta: La construcción de la nación colombiana ha sido enmarcada por la diversidad regional de sus selvas, montañas y llanuras e influida por la composición pluriétnica de su gente, por la apropiación desigual de sus tierras, por la particularidad de sus desarrollos locales, por la variedad de sus estilos de vida y por sus sistemas de representación social específicos. Las divergencias, los intereses encontrados, las tensiones entre los grupos y la lucha por el poder económico y político han desembocado en conflictos de intensidad variada, colocando a las instituciones sociales en crisis permanentes. Son numerosos los hechos sociales violentos que han marcado la historia colombiana, como los acontecidos en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX. Hechos que, ayer como hoy, se repiten. Encontramos en ese entonces confrontaciones frenéticas por el control del poder político que condujeron a una guerra fratricida encabezada por los lideres de los partidos tradicionales. El color rojo y el azul se convirtieron en medio de la irracionalidad de las pasiones partidistas, en símbolos de odio, disolución y muerte. Numerosos campesinos fueron obligados a abandonar sus tierras; las ciudades pequeñas y grandes crecieron vertiginosamente; las familias se desarticularon y no pocas de las personas que lograron sobrevivir a la hecatombe, le dieron rumbos inesperados a sus vidas.
Respuesta: La construcción de la nación colombiana ha sido enmarcada por la diversidad regional de sus selvas, montañas y llanuras e influida por la composición pluriétnica de su gente, por la apropiación desigual de sus tierras, por la particularidad de sus desarrollos locales, por la variedad de sus estilos de vida y por sus sistemas de representación social específicos. Las divergencias, los intereses encontrados, las tensiones entre los grupos y la lucha por el poder económico y político han desembocado en conflictos de intensidad variada, colocando a las instituciones sociales en crisis permanentes. Son numerosos los hechos sociales violentos que han marcado la historia colombiana, como los acontecidos en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX. Hechos que, ayer como hoy, se repiten. Encontramos en ese entonces confrontaciones frenéticas por el control del poder político que condujeron a una guerra fratricida encabezada por los lideres de los partidos tradicionales. El color rojo y el azul se convirtieron en medio de la irracionalidad de las pasiones partidistas, en símbolos de odio, disolución y muerte. Numerosos campesinos fueron obligados a abandonar sus tierras; las ciudades pequeñas y grandes crecieron vertiginosamente; las familias se desarticularon y no pocas de las personas que lograron sobrevivir a la hecatombe, le dieron rumbos inesperados a sus vidas.