Cuales son las semejanzas entre el historicismo , annales , y la historia cultural??
noely16El historicismo es una corriente o escuela filosófica que considera que todos los fenómenos son históricos. Han tenido un desarrollo en el tiempo. Para estudiarlos, hay que analizar su devenir. No se puede aplicar el mismo método a las ciencias sociales que a las naturales. En las ciencias sociales, tanto el objeto como el sujeto están atravesados por la historia. Dilthey, el máximo exponente de esta escuela, dice que en las ciencias del espíritu, el sujeto y el objeto de estudio pertenecen al mismo universo cultural e histórico. En estas ciencias hay una interacción entre la experiencia personal, el entendimiento reflexivo de la experiencia y una expresión del espíritu en los gestos, palabras y arte. Por eso, para comprender un fenómeno, hay que interpretarlo y comprender el contexto cultural e histórico en el que se desarrolló. Eso nos dará el sentido del suceso.
Mediante la interpretación histórica de los textos, Dilthey aspiraba a una comprensión objetiva y universalmente válida. Dilthey elabora una teoría de las visiones del mundo. La historia es un conjunto de producciones humanas: ruinas, textos, tradiciones, obras científicas, jurídicas, etc. Cada una de estas producciones es una visión del mundo, verdadera pero relativa.
La filosofía de la historia es una doble reflexión porque la palabra “historia” significa, a la vez que los hechos y acontecimientos reales (res gestas), su narración histórica escrita (historiam rerum gestarum). Según Hegel, la filosofía de la historia es la "consideración pensante de la historia". Sin duda, la historia se refiere a lo que ha acontecido y a lo que acontece. Sin embargo, es necesario reunir los sucesos, establecer el enlace entre los acontecimientos para que el conocimiento histórico no sea una mera suma de noticias. Y esa es, justamente, la tarea de la filosofía. Aunque hay otros filósofos que han reflexionado acerca de la historia, fue Hegel quien introdujo este concepto.
“La demostración de esta verdad es el tratado de la historia universal misma, imagen y acto de la razón. Pero la verdadera demostración se halla más bien en el conocimiento de la razón misma. Ésta se revela en la historia universal. La historia universal es sólo la manifestación de esta única razón; es una de las figuras particulares en que la razón se revela; es una copia de ese modelo que se ofrece en un elemento especial, en los pueblos” .
Entonces, una historia racional es “el camino de liberación de la sustancia espiritual”, sustancia que da su ser y consistencia a todo lo real. La razón divina y absoluta que se explicita y manifiesta en la historia universal es el espíritu. A partir de esta caracterización del movimiento del espíritu como la racionalidad de la historia, estamos en condiciones de precisar con mayor claridad la naturaleza de la historia según Hegel. La historia universal es el progreso en la conciencia de la libertad, es la historia del espíritu, de su evolución cumplida a partir de oposiciones y conflictos en su mismo seno. Según esto, el progreso podría definirse, en general, como la serie de fases que atraviesa la conciencia en el proceso histórico: cada una de estas fases es protagonizada por un espíritu nacional. Así, la historia universal es el desarrollo del espíritu del mundo en el tiempo y la existencia. Los espíritus de los pueblos se diferencian según la superficialidad o profundidad con que han concebido lo que el espíritu es.
Y la conciencia que el pueblo tiene de sí mismo no es otra que su derecho, su moral y su religión. Cuando un pueblo ha alcanzado su fin, entra en decadencia y sirve de tránsito al principio de otro pueblo.
Mediante la interpretación histórica de los textos, Dilthey aspiraba a una comprensión objetiva y universalmente válida. Dilthey elabora una teoría de las visiones del mundo. La historia es un conjunto de producciones humanas: ruinas, textos, tradiciones, obras científicas, jurídicas, etc. Cada una de estas producciones es una visión del mundo, verdadera pero relativa.
La filosofía de la historia es una doble reflexión porque la palabra “historia” significa, a la vez que los hechos y acontecimientos reales (res gestas), su narración histórica escrita (historiam rerum gestarum).
Según Hegel, la filosofía de la historia es la "consideración pensante de la historia". Sin duda, la historia se refiere a lo que ha acontecido y a lo que acontece. Sin embargo, es necesario reunir los sucesos, establecer el enlace entre los acontecimientos para que el conocimiento histórico no sea una mera suma de noticias. Y esa es, justamente, la tarea de la filosofía. Aunque hay otros filósofos que han reflexionado acerca de la historia, fue Hegel quien introdujo este concepto.
“La demostración de esta verdad es el tratado de la historia universal misma, imagen y acto de la razón. Pero la verdadera demostración se halla más bien en el conocimiento de la razón misma. Ésta se revela en la historia universal. La historia universal es sólo la manifestación de esta única razón; es una de las figuras particulares en que la razón se revela; es una copia de ese modelo que se ofrece en un elemento especial, en los pueblos” .
Entonces, una historia racional es “el camino de liberación de la sustancia espiritual”, sustancia que da su ser y consistencia a todo lo real. La razón divina y absoluta que se explicita y manifiesta en la historia universal es el espíritu.
A partir de esta caracterización del movimiento del espíritu como la racionalidad de la historia, estamos en condiciones de precisar con mayor claridad la naturaleza de la historia según Hegel. La historia universal es el progreso en la conciencia de la libertad, es la historia del espíritu, de su evolución cumplida a partir de oposiciones y conflictos en su mismo seno. Según esto, el progreso podría definirse, en general, como la serie de fases que atraviesa la conciencia en el proceso histórico: cada una de estas fases es protagonizada por un espíritu nacional.
Así, la historia universal es el desarrollo del espíritu del mundo en el tiempo y la existencia. Los espíritus de los pueblos se diferencian según la superficialidad o profundidad con que han concebido lo que el espíritu es.
Y la conciencia que el pueblo tiene de sí mismo no es otra que su derecho, su moral y su religión. Cuando un pueblo ha alcanzado su fin, entra en decadencia y sirve de tránsito al principio de otro pueblo.