Al principio las actividades de las Logias se reducirían a propagar las ideas liberales; pero después se convirtieron en centros políticos, en los que se discutían los asuntos del gobierno: las elecciones, las leyes, los acuerdos del gabinete, a ellas concurrían los diputados, los senadores, los ministros, los gobernadores y toda clase de personas influyentes. El establecimiento de las logias fue de gran importancia, porque ellas determinaron la definición de los dos partidos políticos que habrían de disputarse el poder en lo futuro: el liberal y el conservador, que comenzaron a manifestarse desde los primeros años de la vida independiente de México. De los afiliados al partido yorkino se derivó el partido popular de los liberales, que combatió encarnizadamente al partido aristócrata de los conservadores , que seguían el rito escocés.
yorkinas
En cuanto a la política interna en el primer período independiente de México, giro alrededor de las logias masónicas de los yorkinos y los escoceses. Las logias masónicas fueron el resultado de la introducción de nuevas corrientes de pensamiento político. En nuestro país surgieron asociaciones con tendencias políticas y principios revolucionarios. +Una de estas asociaciones, la logia escocesa formó en 1821 el ‘Partido del Progreso’ y a pesar de que muchos de sus miembros eran aristócratas, promovieron la educación popular por medio de las escuelas lancasterianas y se opusieron a que la iglesia continuara siendo económicamente independiente de las tierras de manos muertas. La logia sostuvo que la idea de una República era aceptable para la mayoría de los masones escoceses, pero tenían más bien una concepción elitista: debía ser ordenada, centralizada, y no debía representar ninguna amenaza para la división de la sociedad en clases tal como existía. Puede decirse que el partido del rito escocés estuvo dispuesto a aceptar la república proclamada en 1824, si bien con la esperanza de modificar la base federal del nuevo orden constitucional.
El partido de rito yorkino o sea la facción política que resultó de la fundación de logias yorkinas en 1825, consideraba como primer objetivo la defensa de la independencia de México contra la amenaza española, externa e interna. El partido yorkino se consideró el defensor de la Constitución de 1824, carta fundamental del federalismo. La inclinación de los masones escoceses por el gobierno centralizado los hizo interpretar la constitución en el sentido que favoreció a un estado fuerte con sede en la Ciudad de México. Los senadores del rito escocés apoyaron la idea de que el Congreso Federal tenía la atribución de declarar anticonstitucionales y abolir las leyes de los Estados, proposición que los yorkinos no aprobaron. Esta logia tenía su sustento teórico en los ideales de las obras de Jeremy Benthan, cuyos libros fueron incluidos en 1826 en el Índice por el Papa, y en las de los economistas españoles: el Conde de Campomanes y Gaspar Melchor de Jovellanos, así como el del racionalista benedictino español Benito Jerónimo Feijóo y Montenegro. Como Partido del Progreso, el rito escocés estuvo abierto a cualquier cambio que no amenazara la posición social de sus miembros. La logia yorkina fue fundada por el enviado del gobierno de los Estados Unidos Joel R. Poinsett y aglutinó a los seguidores del liberalismo.
las masonias
Al principio las actividades de las Logias se reducirían a propagar las ideas liberales; pero después se convirtieron en centros políticos, en los que se discutían los asuntos del gobierno: las elecciones, las leyes, los acuerdos del gabinete, a ellas concurrían los diputados, los senadores, los ministros, los gobernadores y toda clase de personas influyentes.
El establecimiento de las logias fue de gran importancia, porque ellas determinaron la definición de los dos partidos políticos que habrían de disputarse el poder en lo futuro: el liberal y el conservador, que comenzaron a manifestarse desde los primeros años de la vida independiente de México.
De los afiliados al partido yorkino se derivó el partido popular de los liberales, que combatió encarnizadamente al partido aristócrata de los conservadores , que seguían el rito escocés.
yorkinas
En cuanto a la política interna en el primer período independiente de México, giro alrededor de las logias masónicas de los yorkinos y los escoceses.
Las logias masónicas fueron el resultado de la introducción de nuevas corrientes de pensamiento político. En nuestro país surgieron asociaciones con tendencias políticas y principios revolucionarios.
+Una de estas asociaciones, la logia escocesa formó en 1821 el ‘Partido del Progreso’ y a pesar de que muchos de sus miembros eran aristócratas, promovieron la educación popular por medio de las escuelas lancasterianas y se opusieron a que la iglesia continuara siendo económicamente independiente de las tierras de manos muertas. La logia sostuvo que la idea de una República era aceptable para la mayoría de los masones escoceses, pero tenían más bien una concepción elitista: debía ser ordenada, centralizada, y no debía representar ninguna amenaza para la división de la sociedad en clases tal como existía. Puede decirse que el partido del rito escocés estuvo dispuesto a aceptar la república proclamada en 1824, si bien con la esperanza de modificar la base federal del nuevo orden constitucional.
El partido de rito yorkino o sea la facción política que resultó de la fundación de logias yorkinas en 1825, consideraba como primer objetivo la defensa de la independencia de México contra la amenaza española, externa e interna.
El partido yorkino se consideró el defensor de la Constitución de 1824, carta fundamental del federalismo. La inclinación de los masones escoceses por el gobierno centralizado los hizo interpretar la constitución en el sentido que favoreció a un estado fuerte con sede en la Ciudad de México. Los senadores del rito escocés apoyaron la idea de que el Congreso Federal tenía la atribución de declarar anticonstitucionales y abolir las leyes de los Estados, proposición que los yorkinos no aprobaron.
Esta logia tenía su sustento teórico en los ideales de las obras de Jeremy Benthan, cuyos libros fueron incluidos en 1826 en el Índice por el Papa, y en las de los economistas españoles: el Conde de Campomanes y Gaspar Melchor de Jovellanos, así como el del racionalista benedictino español Benito Jerónimo Feijóo y Montenegro. Como Partido del Progreso, el rito escocés estuvo abierto a cualquier cambio que no amenazara la posición social de sus miembros.
La logia yorkina fue fundada por el enviado del gobierno de los Estados Unidos Joel R. Poinsett y aglutinó a los seguidores del liberalismo.