quinmomoreira2
La teoría política “posmarxista” tiene como objetivo proseguir la tarea del radicalismo politico. Mediante los conceptos de “contingencia”, “antagonismo” y “hegemonía”, afirma que ninguna estructura social está totalmente “cerrada” y que la “apertura de lo social” es la característica constitutiva de las sociedades avanzadas que abre paso a la acción socialmente transformadora. El posmarxismo analiza críticamente la herencia marxista “clásica”. Debate, por ejemplo, el papel político central atribuido a la clase obrera como supuesto “sujeto de la historia” o la interpretación de los cambios sociales según el modelo estructura/superestructura y de lucha de clases conforme el modelo “dicotómico” burgueses/proletarios. Según el posmarxismo, en contraposición con las visiones “ortodoxas”, (i) las relaciones sociales son contingentes y su devenir no puede determinarse (a diferencia de las “filosofías de la historia”); (ii) no existe una posición “fija” de los sujetos (a diferencia de lo sostenido por el modelo de interpretación basado en la noción excluyente de “clase social”); (iii) las prácticas políticas se fundan en la multiplicación de antagonismos sociales; y (iv) la noción política de “hegemonía” (deudora de A. Gramsci) es una noción central para analizar la pluralidad de centros de poder y resistencia propios de las sociedades avanzadas.