En los países desarrollados, la población se caracteriza por poner su trabajo antes de una vida familiar, por lo que en la mayoría de los casos tienen niños a partir de los 30-35 años, conformándose con tan solo uno, o cuando mucho, dos niños.
Esto está causando una baja en la población joven, pero también un retraso en el crecimiento de lo que se puede denominar como "la generación" de relevo, donde estos niños son quienes se encargarán de relevar a quienes se encuentran trabajando arduamente hoy en día.
Por otra parte, hay quienes deciden no tener niños en absoluto, rompiéndose en ese caso el ciclo, disminuyendo la población joven y ocasionando que gran parte de la población de los países sean personas mayores.
Todo el proceso de desarrollo logrado podría dar un paso atrás de no ser considerado este aspecto.
En los países desarrollados, la población se caracteriza por poner su trabajo antes de una vida familiar, por lo que en la mayoría de los casos tienen niños a partir de los 30-35 años, conformándose con tan solo uno, o cuando mucho, dos niños.
Esto está causando una baja en la población joven, pero también un retraso en el crecimiento de lo que se puede denominar como "la generación" de relevo, donde estos niños son quienes se encargarán de relevar a quienes se encuentran trabajando arduamente hoy en día.
Por otra parte, hay quienes deciden no tener niños en absoluto, rompiéndose en ese caso el ciclo, disminuyendo la población joven y ocasionando que gran parte de la población de los países sean personas mayores.
Todo el proceso de desarrollo logrado podría dar un paso atrás de no ser considerado este aspecto.