El retroceso de los glaciares tiene, asimismo, sus propias consecuencias: la reducción del albedo —el porcentaje de radiación solar que la superficie terrestre refleja o devuelve a la atmósfera—, la subida global del nivel del mar o la liberación de grandes columnas de metano son solo algunas y todas ellas son dramáticas para el planeta.
Inundaciones de islas y ciudades costeras
Según el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), durante el periodo 1901-2010 el nivel medio global del mar se elevó 19 centímetros. Se estima que en el año 2100 el nivel del mar será entre 15 y 90 centímetros más alto que el actual y amenazará a 92 millones de personas.
Huracanes más devastadores
La intensificación del efecto invernadero no ocasiona estos eventos climáticos extremos, pero sí aumenta su intensidad. La formación de huracanes tiene que ver con la temperatura del mar —solo se forman sobre aguas que tienen, al menos, una temperatura de 26,51 ºC—.
Migraciones de especies
Muchas especies animales se verán obligadas a migrar para sobrevivir a las variaciones de los principales patrones climáticos alterados por el aumento progresivo de las temperaturas. También el ser humano tendrá que desplazarse: según el Banco Mundial, en 2050 el número de personas obligadas a huir de sus tierras por sequías extremas o violentas inundaciones podría llegar a los 140 millones.
Desertificación de zonas fértiles
El calentamiento global impacta profundamente en los procesos de degradación del suelo y favorece la desertificación de zonas del planeta, un fenómeno que acaba con todo el potencial biológico de las regiones afectadas convirtiéndolas en terrenos yermos e improductivos. Tal y como reconoció la ONU con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación en 2018, el 30 % de las tierras están degradadas y han perdido su valor real.
Impacto en la agricultura y la ganadería
El calentamiento global ya ha alterado la duración de la estación de crecimiento en grandes partes del planeta. De igual manera, las variaciones de las temperaturas y las estaciones influyen en la proliferación de insectos, hierbas invasoras y enfermedades que podrían afectar a las cosechas.
Respuesta:
Deshielo de masas glaciares
El retroceso de los glaciares tiene, asimismo, sus propias consecuencias: la reducción del albedo —el porcentaje de radiación solar que la superficie terrestre refleja o devuelve a la atmósfera—, la subida global del nivel del mar o la liberación de grandes columnas de metano son solo algunas y todas ellas son dramáticas para el planeta.
Inundaciones de islas y ciudades costeras
Según el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), durante el periodo 1901-2010 el nivel medio global del mar se elevó 19 centímetros. Se estima que en el año 2100 el nivel del mar será entre 15 y 90 centímetros más alto que el actual y amenazará a 92 millones de personas.
Huracanes más devastadores
La intensificación del efecto invernadero no ocasiona estos eventos climáticos extremos, pero sí aumenta su intensidad. La formación de huracanes tiene que ver con la temperatura del mar —solo se forman sobre aguas que tienen, al menos, una temperatura de 26,51 ºC—.
Migraciones de especies
Muchas especies animales se verán obligadas a migrar para sobrevivir a las variaciones de los principales patrones climáticos alterados por el aumento progresivo de las temperaturas. También el ser humano tendrá que desplazarse: según el Banco Mundial, en 2050 el número de personas obligadas a huir de sus tierras por sequías extremas o violentas inundaciones podría llegar a los 140 millones.
Desertificación de zonas fértiles
El calentamiento global impacta profundamente en los procesos de degradación del suelo y favorece la desertificación de zonas del planeta, un fenómeno que acaba con todo el potencial biológico de las regiones afectadas convirtiéndolas en terrenos yermos e improductivos. Tal y como reconoció la ONU con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación en 2018, el 30 % de las tierras están degradadas y han perdido su valor real.
Impacto en la agricultura y la ganadería
El calentamiento global ya ha alterado la duración de la estación de crecimiento en grandes partes del planeta. De igual manera, las variaciones de las temperaturas y las estaciones influyen en la proliferación de insectos, hierbas invasoras y enfermedades que podrían afectar a las cosechas.