La diversidad biológica reunida en la Reserva Nacional del Titicaca (RNT) está próxima a alcanzar un estado crítico debido a los efectos del cambio climático, y la situación podría empeorar. Así lo advirtió el jefe de esta reserva, David Araníbar. Bajo este panorama, ya se ha visto afectada la microeconomía de los pobladores de esta zona, dedicados principalmente a laganadería.
“Según el diagnóstico de evaluación que tenemos en la RNT, desde el 2007 comenzaron a percibirse las consecuencias del cambio climático, y cada año es peor que el anterior. Por ejemplo, en el 2009 el 83% de totorales estaba desprovisto de agua, y este año el porcentaje es de casi el 90%”, indicó Araníbar.
Como consecuencia directa de ese comportamiento anómalo del clima, a lo que se suma el retraso de la temporada de lluvias –que ya se inició, aunque varias semanas después de lo esperado– y a las heladas inusuales, la población de aves y peces sufre la escasez de plantas acuáticas.
Según explicó Araníbar, la sequedad de esas plantas disminuyó hasta en 90% las áreas de desove para diversas especies nativas de peces. Una situación similar sufren unas 25 variedades de aves que anidan en estos lugares, entre ellos el célebre zambullidor del Titicaca.
En consecuencia, el impacto del cambio climático se vería reflejado en la reducción de la biomasa de peces y aves.
Con respecto a la población que vive dentro de la RNT, el funcionario indicó que actualmente las familias que se dedican a la crianza de ganado ya no pueden alimentar con totora o llacho a sus animales, y se han visto obligados a comprar forraje.
“El nivel del lago disminuyó muy rápidamente y, según los pronósticos, en el 2011 habría un incremento igual de rápido, lo que también afectará a la diversidad biológica”, agregó el experto.
La diversidad biológica reunida en la Reserva Nacional del Titicaca (RNT) está próxima a alcanzar un estado crítico debido a los efectos del cambio climático, y la situación podría empeorar. Así lo advirtió el jefe de esta reserva, David Araníbar. Bajo este panorama, ya se ha visto afectada la microeconomía de los pobladores de esta zona, dedicados principalmente a laganadería.
“Según el diagnóstico de evaluación que tenemos en la RNT, desde el 2007 comenzaron a percibirse las consecuencias del cambio climático, y cada año es peor que el anterior. Por ejemplo, en el 2009 el 83% de totorales estaba desprovisto de agua, y este año el porcentaje es de casi el 90%”, indicó Araníbar.
Como consecuencia directa de ese comportamiento anómalo del clima, a lo que se suma el retraso de la temporada de lluvias –que ya se inició, aunque varias semanas después de lo esperado– y a las heladas inusuales, la población de aves y peces sufre la escasez de plantas acuáticas.
Según explicó Araníbar, la sequedad de esas plantas disminuyó hasta en 90% las áreas de desove para diversas especies nativas de peces. Una situación similar sufren unas 25 variedades de aves que anidan en estos lugares, entre ellos el célebre zambullidor del Titicaca.
En consecuencia, el impacto del cambio climático se vería reflejado en la reducción de la biomasa de peces y aves.
Con respecto a la población que vive dentro de la RNT, el funcionario indicó que actualmente las familias que se dedican a la crianza de ganado ya no pueden alimentar con totora o llacho a sus animales, y se han visto obligados a comprar forraje.
“El nivel del lago disminuyó muy rápidamente y, según los pronósticos, en el 2011 habría un incremento igual de rápido, lo que también afectará a la diversidad biológica”, agregó el experto.
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