En la historia de México el enfrentamiento entre liberales y conservadores siempre fue una constante en los acontecimientos políticos del siglo XIX. Las posiciones políticas en la guerra de Reforma (1858-1860) fue un suceso donde personajes ilustres lucharon por su visión del país. Uno de ellos fue el coronel Mariano Escobedo quien durante la Guerra de los Tres años arrestó a Maximiliano de Habsburgo.
La Guerra de Reforma fue un conflicto armado entre liberales y conservadores, en donde estos últimos exigían el respeto a los artículos constitucionales referidos a las garantías individuales, mientras continuase la inestabilidad en el territorio mexicano. La consecuencia a esto fue el Plan de Tacubaya, culminado por el general conservador Félix Zuloaga, donde exigía la abrogación de la Constitución de 1857 y la permanencia de Ignacio Comonfort en la presidencia.
Pese a que el presidente electo se adhirió a dicho plan, el actual presidente de la Suprema Corte de Justicia: Benito Juárez, se negó a colaborar con los conservadores y defendió la Constitución vigente. La consecuencia de esta decisión del ilustre, fue que Comonfort ordenó que lo arrestaran y lo mantuvieran en prisión.
Tras dicho suceso surgieron dos gobiernos, uno encabezado por Benito Juárez defendiendo el orden constitucional y otro por Félix Zuloaga, optando por su destrucción.
Sin embargo el hecho que determinó el fin a esta guerra civil, fue que el gobierno de estadounidense reconoció el gobierno de Juárez, y le dio su apoyo con recursos materiales y económicos.
En la historia de México el enfrentamiento entre liberales y conservadores siempre fue una constante en los acontecimientos políticos del siglo XIX. Las posiciones políticas en la guerra de Reforma (1858-1860) fue un suceso donde personajes ilustres lucharon por su visión del país. Uno de ellos fue el coronel Mariano Escobedo quien durante la Guerra de los Tres años arrestó a Maximiliano de Habsburgo.
La Guerra de Reforma fue un conflicto armado entre liberales y conservadores, en donde estos últimos exigían el respeto a los artículos constitucionales referidos a las garantías individuales, mientras continuase la inestabilidad en el territorio mexicano. La consecuencia a esto fue el Plan de Tacubaya, culminado por el general conservador Félix Zuloaga, donde exigía la abrogación de la Constitución de 1857 y la permanencia de Ignacio Comonfort en la presidencia.
Pese a que el presidente electo se adhirió a dicho plan, el actual presidente de la Suprema Corte de Justicia: Benito Juárez, se negó a colaborar con los conservadores y defendió la Constitución vigente. La consecuencia de esta decisión del ilustre, fue que Comonfort ordenó que lo arrestaran y lo mantuvieran en prisión.
Tras dicho suceso surgieron dos gobiernos, uno encabezado por Benito Juárez defendiendo el orden constitucional y otro por Félix Zuloaga, optando por su destrucción.
Sin embargo el hecho que determinó el fin a esta guerra civil, fue que el gobierno de estadounidense reconoció el gobierno de Juárez, y le dio su apoyo con recursos materiales y económicos.