En el siglo VII nacieron una nueva religión y un nuevo imperio que transformaron gran parte del mundo.
Esta nueva religión tuvo su origen en la península arábiga, territorio cubierto de un inhóspito desierto que estaba habitado por tribus nómadas.
A orillas del Mar Rojo había algunos centros comerciales, como las ciudades La Meca y Medina Los arabes adoraban las fuerzas de la naturaleza, si bien habían recibido alguna influencia de la religión judía y del cristianismo. Su principal santuario era laKaaba (cubo) en La Meca, un templo que contenía la "piedra negra", un aerolito que era tenido por piedra sagrada.
En el siglo VII nacieron una nueva religión y un nuevo imperio que transformaron gran parte del mundo.
Esta nueva religión tuvo su origen en la península arábiga, territorio cubierto de un inhóspito desierto que estaba habitado por tribus nómadas.
A orillas del Mar Rojo había algunos centros comerciales, como las ciudades La Meca y Medina Los arabes adoraban las fuerzas de la naturaleza, si bien habían recibido alguna influencia de la religión judía y del cristianismo. Su principal santuario era laKaaba (cubo) en La Meca, un templo que contenía la "piedra negra", un aerolito que era tenido por piedra sagrada.