Se denomina imperialismo a los hechos, acciones y doctrinas, tendientes al dominio de una nación sobre de otra. El imperialismo existe desde los albores de la historia de la humanidad, pero concretamente el término imperialismo se utiliza para definir dos periodos históricos.
El imperialismo europeo que abarcó del siglo XV, hasta principios del siglo XIX, centrándose principalmente en el dominio de naciones europeas sobre territorios y poblaciones, principalmente de América y en menor medida de África y Asia, tanto en campos culturales, religiosos, políticos, y económicos, así como una marcada migración hacia dichos territorios y colonización de los mismos, principalmente en América, llamándosele colonialismo; y a una fase posterior a la que se le denomina propiamente con esa denominación, que abarcó desde mediados del siglo XIX hasta los años 70 del siglo XX, centrándose principalmente en territorios asiáticos y africanos, con tendencias a la explotación de los recursos naturales de los territorios conquistados, la explotación de los habitantes y la creación de mercados para los excedentes de los productos de las naciones imperialistas, teniendo un matiz marcadamente militarista en la expansión para someter a los pueblos, Imponer su cultura, usos y tradiciones de las naciones dominantes a los pueblos sometidos, provocando una aculturación de los mismos.
A partir de la primera guerra mundial y la consecuente debilidad de algunos imperios, los movimientos independentistas de algunos países lograron avanzar, (es el caso de Irlanda que se independizó en 1921 y el de varios países bálticos respecto de la Rusia Imperial), pero los principales avances de las corrientes anticolonialistas e independentistas de los pueblos sometidos, se dieron a partir de la segunda guerra mundial, con el debilitamiento del imperialismo Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Holandés, Belga, Japonés y Estadounidense, iniciándose procesos pacíficos y armados encaminados a la independencia de varias naciones, llegando a la culminación de sus independencias en su mayoría hasta la década de 1970 del siglo XX, en cuanto a lo político, pero en gran medida continúa una dominación o dependencia económica hacia las naciones que las habían colonizado.
En la actualidad hay otro fenómeno al que se le denomina como imperialismo o neo-imperialismo y es ejercido principalmente por EUA, Inglaterra y otras naciones occidentales, y es básicamente cultural y económico, que se da mediante el dominio de la mayor parte de las industrias, instituciones económicas, medios de comunicación y entretenimiento, dentro de las fronteras de los otros países, aunado a las constantes intervenciones militares de países en conflictos ajenos a sus territorios, en los que se ven amenazados sus intereses político-económicos.
Características más importantes del imperialismo:
El imperialismo se caracteriza por la implantación del dominio de una nación por otra, mediante el uso de la fuerza, interviniendo militarmente e invadiendo el país, tomando el poder ya sea de forma total o parcial, o de forma sutil mediante la complicidad de poderes fácticos oriundos del país.
Se caracteriza por que los medios de producción del país colonizado, se encuentran en manos de personas o emporios industriales y comerciales pertenecientes a las potencias imperialistas, entendiéndose el capital, maquinaria y la propiedad de las minas, tierras y plantaciones productoras de materias primas, producción pesquera y las industrias manufactureras.
Se caracteriza por mantener un control militar o policial dentro del país, para evitar levantamientos y sofocar revueltas, siendo en muchos casos fuerzas armadas aborígenes entrenadas, adoctrinadas y pagadas por la potencia colonialista, como en el caso de los Cipayos, que eran soldados originarios del país pero al servicio de las potencias extranjeras.
Se caracteriza por que los beneficios del comercio están dirigidos hacia la potencia dominadora, comprando materias primas a bajo precio, y vendiendo materias manufacturadas por la potencia imperialista a precios altos, forzando en algunos casos su compra en detrimento de los productos de las incipientes industrias del país, que no están bajo dominio de empresarios o comerciantes del país dominador.
Se caracteriza por el monopolio del mercado de la nación dominada, en favor de la potencia imperialista, procurando que productos provenientes de otro país vecino o de otra potencia imperialista, no obtengan mercado dentro de la colonia, siendo exclusividad el comercio de algunos productos y manufacturas básicas o de importancia capital, comercializados exclusivamente por la potencia que domina el país.
El imperialismo se caracteriza por mantener el poder político del país dominado, en manos de unos cuantos, ya sean personas autóctonas afines a la potencia imperial, o por funcionarios designados desde la metrópoli imperialista.
Se denomina imperialismo a los hechos, acciones y doctrinas, tendientes al dominio de una nación sobre de otra. El imperialismo existe desde los albores de la historia de la humanidad, pero concretamente el término imperialismo se utiliza para definir dos periodos históricos.
El imperialismo europeo que abarcó del siglo XV, hasta principios del siglo XIX, centrándose principalmente en el dominio de naciones europeas sobre territorios y poblaciones, principalmente de América y en menor medida de África y Asia, tanto en campos culturales, religiosos, políticos, y económicos, así como una marcada migración hacia dichos territorios y colonización de los mismos, principalmente en América, llamándosele colonialismo; y a una fase posterior a la que se le denomina propiamente con esa denominación, que abarcó desde mediados del siglo XIX hasta los años 70 del siglo XX, centrándose principalmente en territorios asiáticos y africanos, con tendencias a la explotación de los recursos naturales de los territorios conquistados, la explotación de los habitantes y la creación de mercados para los excedentes de los productos de las naciones imperialistas, teniendo un matiz marcadamente militarista en la expansión para someter a los pueblos, Imponer su cultura, usos y tradiciones de las naciones dominantes a los pueblos sometidos, provocando una aculturación de los mismos.
A partir de la primera guerra mundial y la consecuente debilidad de algunos imperios, los movimientos independentistas de algunos países lograron avanzar, (es el caso de Irlanda que se independizó en 1921 y el de varios países bálticos respecto de la Rusia Imperial), pero los principales avances de las corrientes anticolonialistas e independentistas de los pueblos sometidos, se dieron a partir de la segunda guerra mundial, con el debilitamiento del imperialismo Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Holandés, Belga, Japonés y Estadounidense, iniciándose procesos pacíficos y armados encaminados a la independencia de varias naciones, llegando a la culminación de sus independencias en su mayoría hasta la década de 1970 del siglo XX, en cuanto a lo político, pero en gran medida continúa una dominación o dependencia económica hacia las naciones que las habían colonizado.
En la actualidad hay otro fenómeno al que se le denomina como imperialismo o neo-imperialismo y es ejercido principalmente por EUA, Inglaterra y otras naciones occidentales, y es básicamente cultural y económico, que se da mediante el dominio de la mayor parte de las industrias, instituciones económicas, medios de comunicación y entretenimiento, dentro de las fronteras de los otros países, aunado a las constantes intervenciones militares de países en conflictos ajenos a sus territorios, en los que se ven amenazados sus intereses político-económicos.
Características más importantes del imperialismo:
El imperialismo se caracteriza por la implantación del dominio de una nación por otra, mediante el uso de la fuerza, interviniendo militarmente e invadiendo el país, tomando el poder ya sea de forma total o parcial, o de forma sutil mediante la complicidad de poderes fácticos oriundos del país.
Se caracteriza por que los medios de producción del país colonizado, se encuentran en manos de personas o emporios industriales y comerciales pertenecientes a las potencias imperialistas, entendiéndose el capital, maquinaria y la propiedad de las minas, tierras y plantaciones productoras de materias primas, producción pesquera y las industrias manufactureras.
Se caracteriza por mantener un control militar o policial dentro del país, para evitar levantamientos y sofocar revueltas, siendo en muchos casos fuerzas armadas aborígenes entrenadas, adoctrinadas y pagadas por la potencia colonialista, como en el caso de los Cipayos, que eran soldados originarios del país pero al servicio de las potencias extranjeras.
Se caracteriza por que los beneficios del comercio están dirigidos hacia la potencia dominadora, comprando materias primas a bajo precio, y vendiendo materias manufacturadas por la potencia imperialista a precios altos, forzando en algunos casos su compra en detrimento de los productos de las incipientes industrias del país, que no están bajo dominio de empresarios o comerciantes del país dominador.
Se caracteriza por el monopolio del mercado de la nación dominada, en favor de la potencia imperialista, procurando que productos provenientes de otro país vecino o de otra potencia imperialista, no obtengan mercado dentro de la colonia, siendo exclusividad el comercio de algunos productos y manufacturas básicas o de importancia capital, comercializados exclusivamente por la potencia que domina el país.
El imperialismo se caracteriza por mantener el poder político del país dominado, en manos de unos cuantos, ya sean personas autóctonas afines a la potencia imperial, o por funcionarios designados desde la metrópoli imperialista.