user202107
Evitar el contacto visual y querer estar solos. Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos. Presentar retrasos en las destrezas del habla y el lenguaje. Repetir palabras o frases una y otra vez
Los niños o adultos con TEA podrían presentar las siguientes características:
No señalar los objetos para demostrar su interés (por ejemplo, no señalar un avión que pasa volando).
No mirar los objetos cuando otra persona los señala.
Tener dificultad para relacionarse con los demás o no manifestar ningún interés por otras personas.
Evitar el contacto visual y querer estar solos.
Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.
Preferir que no se los abrace, o abrazar a otras personas solo cuando ellos quieren.
Parecer no estar conscientes cuando otras personas les hablan pero responder a otros sonidos.
Estar muy interesados en las personas pero no saber cómo hablar, jugar ni relacionarse con ellas.
Repetir o imitar palabras o frases que se les dicen, o bien, repetir palabras o frases en lugar del lenguaje normal.
Tener dificultades para expresar sus necesidades con palabras o movimientos habituales.
No jugar juegos de simulación (por ejemplo, no jugar a “darle de comer” a un muñeco).
Repetir acciones una y otra vez.
Tener dificultades para adaptarse cuando hay un cambio en la rutina.
Tener reacciones poco habituales al olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.
Perder las destrezas que antes tenían (por ejemplo, dejar de decir palabras que antes usaban).