Cuando existe amor se confía en el otro, uno puede abrir su mente y su corazón, y mostrarse frente al otro tal cuál es, sin temor a reproches. Uno sabe que el otro estará siempre dispuesto a apoyarnos y a acompañarnos.
Respeto
Nunca se debe olvidar que el ser amado es un sujeto autónomo, que merece todo el respeto y toda la consideración, y por más que la convivencia tienda a crear rutinas o modos de interaccionar particulares, el respeto debe prevalecer por sobre todas las cosas.
Comunión
El amor nos vincula con el otro desde lo más profundo, nos funde, nos hermana, nos hace sentir que no importa la distancia que nos separe, el otro allí está para contenernos, para entendernos, para acompañarnos, incluso para disentir de nosotros.
Diálogo
Cuando existe amor existe diálogo, ya que diálogo es comunicación, y la comunicación resulta imprescindible para mantenerse conectado con los sentimientos y las necesidades del otro.
Tiempo para el otro
Dar amor es dar tiempo, no necesariamente mucho tiempo, pero sí tiempo de calidad. Esto lo vemos muy a menudo en el caso del amor filial. Además de la protección y los cuidados tradicionales, los padres deben ser conscientes de que sus hijos necesitan pasar tiempo con ellos, un tiempo de tranquilidad, de calma y de juego, o diálogo distendido.
Crecimiento
El amor verdadero reconforta al ser, lo dota de energía y entusiasmo, lo que siempre es positivo, y lleva al camino de la superación.
Paciencia
No todos los días son buenos, y a veces el malhumor nos domina y reaccionamos de manera exagerada por pequeños detalles. Es necesario evitar caer en una espiral de agresión, para ello es necesaria una buena dosis de paciencia, donde contar hasta diez y “dejar pasar” puede ser un gran consejo.
Proyectos compartidos
El amor se da en el marco de la unión de sentimientos, emociones y también de proyectos por los que trabajar cada día. Estos proyectos nutren y sostienen en gran parte las relaciones de amor.
Generosidad y entrega
Amar es compartir, dejar de pensar desde un único lugar para verse proyectado en el otro, eso instala una cadena de actitudes donde la generosidad y la entrega son eslabones indispensables.
No se espera nada a cambio
El amor verdadero no espera retribución, no exige nada a cambio, en la propia felicidad y fortaleza emocional que da el amar está todo lo reconfortante.
Cuando existe amor se confía en el otro, uno puede abrir su mente y su corazón, y mostrarse frente al otro tal cuál es, sin temor a reproches. Uno sabe que el otro estará siempre dispuesto a apoyarnos y a acompañarnos.
RespetoNunca se debe olvidar que el ser amado es un sujeto autónomo, que merece todo el respeto y toda la consideración, y por más que la convivencia tienda a crear rutinas o modos de interaccionar particulares, el respeto debe prevalecer por sobre todas las cosas.
ComuniónEl amor nos vincula con el otro desde lo más profundo, nos funde, nos hermana, nos hace sentir que no importa la distancia que nos separe, el otro allí está para contenernos, para entendernos, para acompañarnos, incluso para disentir de nosotros.
DiálogoCuando existe amor existe diálogo, ya que diálogo es comunicación, y la comunicación resulta imprescindible para mantenerse conectado con los sentimientos y las necesidades del otro.
Tiempo para el otroDar amor es dar tiempo, no necesariamente mucho tiempo, pero sí tiempo de calidad. Esto lo vemos muy a menudo en el caso del amor filial. Además de la protección y los cuidados tradicionales, los padres deben ser conscientes de que sus hijos necesitan pasar tiempo con ellos, un tiempo de tranquilidad, de calma y de juego, o diálogo distendido.
CrecimientoEl amor verdadero reconforta al ser, lo dota de energía y entusiasmo, lo que siempre es positivo, y lleva al camino de la superación.
PacienciaNo todos los días son buenos, y a veces el malhumor nos domina y reaccionamos de manera exagerada por pequeños detalles. Es necesario evitar caer en una espiral de agresión, para ello es necesaria una buena dosis de paciencia, donde contar hasta diez y “dejar pasar” puede ser un gran consejo.
Proyectos compartidosEl amor se da en el marco de la unión de sentimientos, emociones y también de proyectos por los que trabajar cada día. Estos proyectos nutren y sostienen en gran parte las relaciones de amor.
Generosidad y entregaAmar es compartir, dejar de pensar desde un único lugar para verse proyectado en el otro, eso instala una cadena de actitudes donde la generosidad y la entrega son eslabones indispensables.
No se espera nada a cambioEl amor verdadero no espera retribución, no exige nada a cambio, en la propia felicidad y fortaleza emocional que da el amar está todo lo reconfortante.
espero te sirva....