Los seres vivos son el producto de altísimos niveles de organización de la materia orgánica. Esta organización les permite obtener energía, crecer, reproducirse y evolucionar. Ese es el conjunto mínimo de características compartidas que pueden ser comprendidas como los rasgos propios de la vida tal y como la conocemos.
Sin embargo, los límites entre lo considerado vivo y no vivo, en algunos casos son difíciles de definir y señalar qué distingue a los seres vivos de la naturaleza inorgánica que los rodea. Ciertos abordajes prefieren pensar la vida como un sistema complejísimo que se perpetúa a sí mismo y que se mantiene operante mientras conserve su ordenamiento interior.
Respuesta:
Los seres vivos son el producto de altísimos niveles de organización de la materia orgánica. Esta organización les permite obtener energía, crecer, reproducirse y evolucionar. Ese es el conjunto mínimo de características compartidas que pueden ser comprendidas como los rasgos propios de la vida tal y como la conocemos.
Sin embargo, los límites entre lo considerado vivo y no vivo, en algunos casos son difíciles de definir y señalar qué distingue a los seres vivos de la naturaleza inorgánica que los rodea. Ciertos abordajes prefieren pensar la vida como un sistema complejísimo que se perpetúa a sí mismo y que se mantiene operante mientras conserve su ordenamiento interior.