• Resistencia al clima: los geranios soportan muy bien condiciones complicadas del clima, en especial aquellas recién cultivadas. Las lluvias y vientos fuertes no suelen afectar a estas especies, salvo que estén mal cuidadas o que las condiciones sean muy extremas.
• Floración tardía: pueden florecer tanto en primavera como en invierno, aunque crecen especialmente bien en verano.
• Aromas: su aroma y follaje son algunas de las características que destacan a estas plantas. Tienen aromas variados que van desde durazno, rosa, limón y moscada hasta una flor de geranio con un particular aroma a citronela.
• Follaje: Muchas de las especies cuentan con hojas aterciopeladas cubiertas de manchas oscuras mientras que otras destacan por su follaje festoneado.
• Condición del suelo: pueden tolerar una ausencia ocasional del agua y se adaptan muy bien a suelos de arcilla adicionados con materia orgánica, aunque las mejores condiciones para los geranios son suelos porosos y aireados.
La Azucena posee flores con forma de trompeta, y de ellas se desprende un aroma muy intenso. Aunque no todas las variedades de Azucenas poseen aroma, ya que sólo dos especies son perfumadas: el Lilium candidum y el Lilium regale.
Sus colores más característicos son el blanco, naranja, amarillo y rosa. Las Azucenas más conocidas e interesantes son el Lilium longiflorum y los híbridos como Lilium speciosum y Lilium auratum.
Su período de florecimiento se concreta a partir de la primavera, en el mes de mayo en el Hemisferio Norte, y durante el verano alcanza su mayor esplendor. Para plantarla, dependiendo de la variedad, puedes hacerlo en otoño, aunque la mayoría se plantan en primavera.
Si no posees un jardín, podrás cultivarla en macetero. Pero debes tener en cuenta que sus raíces pueden crecer varios centímetros, por lo que si las plantas en una maceta asegúrate que tengan suficiente espacio.
Una vez plantada, tanto en el jardín como en la maceta, debes mantenerla fresca y a la sombra, y sólo en algunas partes debes exponerla al sol.
Los geranios
• Resistencia al clima: los geranios soportan muy bien condiciones complicadas del clima, en especial aquellas recién cultivadas. Las lluvias y vientos fuertes no suelen afectar a estas especies, salvo que estén mal cuidadas o que las condiciones sean muy extremas.
• Floración tardía: pueden florecer tanto en primavera como en invierno, aunque crecen especialmente bien en verano.
• Aromas: su aroma y follaje son algunas de las características que destacan a estas plantas. Tienen aromas variados que van desde durazno, rosa, limón y moscada hasta una flor de geranio con un particular aroma a citronela.
• Follaje: Muchas de las especies cuentan con hojas aterciopeladas cubiertas de manchas oscuras mientras que otras destacan por su follaje festoneado.
• Condición del suelo: pueden tolerar una ausencia ocasional del agua y se adaptan muy bien a suelos de arcilla adicionados con materia orgánica, aunque las mejores condiciones para los geranios son suelos porosos y aireados.
La Azucena posee flores con forma de trompeta, y de ellas se desprende un aroma muy intenso. Aunque no todas las variedades de Azucenas poseen aroma, ya que sólo dos especies son perfumadas: el Lilium candidum y el Lilium regale.
Sus colores más característicos son el blanco, naranja, amarillo y rosa. Las Azucenas más conocidas e interesantes son el Lilium longiflorum y los híbridos como Lilium speciosum y Lilium auratum.
Su período de florecimiento se concreta a partir de la primavera, en el mes de mayo en el Hemisferio Norte, y durante el verano alcanza su mayor esplendor. Para plantarla, dependiendo de la variedad, puedes hacerlo en otoño, aunque la mayoría se plantan en primavera.
Si no posees un jardín, podrás cultivarla en macetero. Pero debes tener en cuenta que sus raíces pueden crecer varios centímetros, por lo que si las plantas en una maceta asegúrate que tengan suficiente espacio.
Una vez plantada, tanto en el jardín como en la maceta, debes mantenerla fresca y a la sombra, y sólo en algunas partes debes exponerla al sol.