Una obra se caracteriza por la acción; los actores hacen movimientos, ademanes, dicen diálogos, bailan o cantan, provocando la acción dentro de la obra.
La obra sigue una trama, la cual puede ser de diversas temáticas, como amor, tragedia, comedias, dramas, y las mismas pueden realizarse en forma de diálogos, monólogos, o interpretados con música, canto y bailes, como en las óperas, operetas, musicales, y danza clásica y contemporánea, en donde se expresan los actores mediante movimientos.
Se basan en argumentos y diálogos que fueron pensados por el autor de la obra y que son interpretados por los actores, quienes dan “vida” a los personajes, planteando situaciones de sorpresa, miedo, angustia, alegría, dolor, cariño, amor o temor, etc. y en ocasiones introduciendo variaciones y elementos inesperados dentro de una obra a las que se les llaman improvisaciones.
Durante las representaciones teatrales hay momentos característicos de la representación a los que se les llama apartes o apartados, en los que los pensamientos, retrospectivas o retro-visiones, sueños y ensueños del personaje son puestos en escena, utilizándose escenografías y otras técnicas para ambientar dicho momento.
Hay interacción de varios personajes entre sí, durante el desarrollo de la trama, interpretando las peripecias de cada personaje siendo interpretados por varios actores, quienes a menudo cambian de atuendos durante el desarrollo de la interpretación, para dar más realismo a los personajes, junto con cambios de las escenografías para tal fin. También existen obras teatrales en las que el papel o papeles son interpretados por un único actor, pudiendo hacerse cambios de atuendos, escenografías e incluso máscaras para la interpretación de los distintos papeles.
En una obra de teatro el tiempo puede variar dentro de la obra, en el sentido de que pueden transcurrir años o siglos en un instante interpretándose tan solo mediante cambios escénicos o de vestuario, conforme a la trama de que se trate la obra.
Entre las características de una obra de teatro se encuentra el uso de acotaciones para guiarse en la sincronización de los diálogos, acotaciones hechas por el autor para que al ser representada por los actores, estos hagan los gestos, ademanes y movimientos que el autor pensó y dispuso en ciertas escenas, para enfatizar los diálogos mediante acciones, cambios de escenografías, vestuarios etc., y con las que se guían para la entrada o salida a escena de los distintos personajes.
Las obras teatrales están divididas en actos, que son distintas partes de la obra; en la actualidad, se acostumbra hacer las obras en uno, dos o tres actos, pero existen obras teatrales en un acto, dos, tres, cuatro y hasta cinco actos. En ocasiones suelen intercalarse entre los actos de algunas obras, intermedios o entreactos cuya duración es corta, siendo generalmente entreactos de índole cómica.
Una obra se caracteriza por la acción; los actores hacen movimientos, ademanes, dicen diálogos, bailan o cantan, provocando la acción dentro de la obra.
La obra sigue una trama, la cual puede ser de diversas temáticas, como amor, tragedia, comedias, dramas, y las mismas pueden realizarse en forma de diálogos, monólogos, o interpretados con música, canto y bailes, como en las óperas, operetas, musicales, y danza clásica y contemporánea, en donde se expresan los actores mediante movimientos.
Se basan en argumentos y diálogos que fueron pensados por el autor de la obra y que son interpretados por los actores, quienes dan “vida” a los personajes, planteando situaciones de sorpresa, miedo, angustia, alegría, dolor, cariño, amor o temor, etc. y en ocasiones introduciendo variaciones y elementos inesperados dentro de una obra a las que se les llaman improvisaciones.
Durante las representaciones teatrales hay momentos característicos de la representación a los que se les llama apartes o apartados, en los que los pensamientos, retrospectivas o retro-visiones, sueños y ensueños del personaje son puestos en escena, utilizándose escenografías y otras técnicas para ambientar dicho momento.
Hay interacción de varios personajes entre sí, durante el desarrollo de la trama, interpretando las peripecias de cada personaje siendo interpretados por varios actores, quienes a menudo cambian de atuendos durante el desarrollo de la interpretación, para dar más realismo a los personajes, junto con cambios de las escenografías para tal fin. También existen obras teatrales en las que el papel o papeles son interpretados por un único actor, pudiendo hacerse cambios de atuendos, escenografías e incluso máscaras para la interpretación de los distintos papeles.
En una obra de teatro el tiempo puede variar dentro de la obra, en el sentido de que pueden transcurrir años o siglos en un instante interpretándose tan solo mediante cambios escénicos o de vestuario, conforme a la trama de que se trate la obra.
Entre las características de una obra de teatro se encuentra el uso de acotaciones para guiarse en la sincronización de los diálogos, acotaciones hechas por el autor para que al ser representada por los actores, estos hagan los gestos, ademanes y movimientos que el autor pensó y dispuso en ciertas escenas, para enfatizar los diálogos mediante acciones, cambios de escenografías, vestuarios etc., y con las que se guían para la entrada o salida a escena de los distintos personajes.
Las obras teatrales están divididas en actos, que son distintas partes de la obra; en la actualidad, se acostumbra hacer las obras en uno, dos o tres actos, pero existen obras teatrales en un acto, dos, tres, cuatro y hasta cinco actos. En ocasiones suelen intercalarse entre los actos de algunas obras, intermedios o entreactos cuya duración es corta, siendo generalmente entreactos de índole cómica.