El clima de Argentina esta determinado por la posición de casi todo su territorio, en el norte de Argentina predominan los climas cálidos y templados ya que se encuentran cerca de la línea del Ecuador, en cambio, en el sur de Argentina predominan los climas fríos ya que se encuentra más cerca de la Antártida[1] en la zona templada del hemisferio sur terrestre. Su gran desarrollo en latitud, posibilita climas cálidos subtropicales en el norte e incluso tropical en el extremo de este y fríos en el sur. Muchas regiones argentinas se caracterizan por una escasa diferencia de temperatura entre el invierno y el verano, típico de los climas oceánicos. Las precipitaciones del país dependen de dos masas de aire marítimas de escala planetaria que traen aire húmedo de los océanos. La masa de aire tropical del océano Atlántico Sur es la responsable de las lluvias abundantes y suficientes de las amplias zonas de la llanura Chaco-Pampeana. La cordillera de los Andes y otros sistemas montañosos favorecen las lluvias orográficas en unas regiones, produciendo climas húmedos, y las impide en otras. Estas últimas forman una amplia zona de climas áridos, que pertenecen a la diagonal árida de América del Sur que atraviesa el país del noroeste al sudeste.
Explicación:
El clima de Argentina esta determinado por la posición de casi todo su territorio, en el norte de Argentina predominan los climas cálidos y templados ya que se encuentran cerca de la línea del Ecuador, en cambio, en el sur de Argentina predominan los climas fríos ya que se encuentra más cerca de la Antártida[1] en la zona templada del hemisferio sur terrestre. Su gran desarrollo en latitud, posibilita climas cálidos subtropicales en el norte e incluso tropical en el extremo de este y fríos en el sur. Muchas regiones argentinas se caracterizan por una escasa diferencia de temperatura entre el invierno y el verano, típico de los climas oceánicos. Las precipitaciones del país dependen de dos masas de aire marítimas de escala planetaria que traen aire húmedo de los océanos. La masa de aire tropical del océano Atlántico Sur es la responsable de las lluvias abundantes y suficientes de las amplias zonas de la llanura Chaco-Pampeana. La cordillera de los Andes y otros sistemas montañosos favorecen las lluvias orográficas en unas regiones, produciendo climas húmedos, y las impide en otras. Estas últimas forman una amplia zona de climas áridos, que pertenecen a la diagonal árida de América del Sur que atraviesa el país del noroeste al sudeste.