Las variantes de la leyenda son incontables, sin embargo la original empezó con el capitán de un barco holandés, un capitán burgués de Holanda denominado Willem van der Decken, quien hizo un acuerdo con el diablo para lograr surcar continuamente los océanos sin que importe los desafíos naturales que pusiera Dios en su aventura. Sin embargo Dios, omnisciente, se completa de esto y en castigo lo condena a navegar eternamente sin rumbo y sin tocar tierra, por lo cual obtiene el nombre de «Holandés errante».
En varias variantes holandesas del mito, el capitán obtiene el nombre de Falkenburg.
Marryat, en su versión, le da el nombre de van der Decken (que significa «en cubierta»), y obtiene el de Ramhout van Dam en la versión de Washington Irving. Unos y otros no se ponen según la hora de llamar «holandés errante» al barco o al capitán.
Se ha comentado además de un horroroso crimen cometido a bordo del barco e inclusive de una horroroso epidemia que infectó a la tripulación, a la que por esa razón no se permitió desembarcar en ningún puerto, siendo condenados a partir de entonces —barco y marineros— a navegar eternamente, sin probabilidad de pisar tierra.
Respuesta:
Las variantes de la leyenda son incontables, sin embargo la original empezó con el capitán de un barco holandés, un capitán burgués de Holanda denominado Willem van der Decken, quien hizo un acuerdo con el diablo para lograr surcar continuamente los océanos sin que importe los desafíos naturales que pusiera Dios en su aventura. Sin embargo Dios, omnisciente, se completa de esto y en castigo lo condena a navegar eternamente sin rumbo y sin tocar tierra, por lo cual obtiene el nombre de «Holandés errante».
En varias variantes holandesas del mito, el capitán obtiene el nombre de Falkenburg.
Marryat, en su versión, le da el nombre de van der Decken (que significa «en cubierta»), y obtiene el de Ramhout van Dam en la versión de Washington Irving. Unos y otros no se ponen según la hora de llamar «holandés errante» al barco o al capitán.
Se ha comentado además de un horroroso crimen cometido a bordo del barco e inclusive de una horroroso epidemia que infectó a la tripulación, a la que por esa razón no se permitió desembarcar en ningún puerto, siendo condenados a partir de entonces —barco y marineros— a navegar eternamente, sin probabilidad de pisar tierra.
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