Europa es el segundo continente más pequeño del mundo, sólo por detrás de Oceanía. Tiene una superficie de 10 530 751 km²,1 lo que representa el 7 % de las tierras emergidas. A finales de 2016 está compuesto por cincuenta países, incluyendo Rusia y Turquía, aunque la mayor parte de sus territorios sea asiática. Su distancia máxima de norte a sur es de 4300 km y de este a oeste de 5600 km. Se sitúa en el hemisferio norte. Está unido a Asia, configurando una enorme península dentro de lo que se denomina Eurasia, y debe sus características de individualidad, además de a elementos físicos, a rasgos de orden histórico y humano.
Limita con el mar por tres de los cuatro puntos cardinales. A grandes rasgos, con el océano Ártico al norte, el océano Atlántico al oeste y el mar Mediterráneo al sur, lo que evidencia una importantísima influencia oceánica dada su amplia fachada formada por casi 38 000 km de costas y que, además, lo llega a caracterizar como uno de sus rasgos físicos más importantes, determinando el clima en la mayor parte del continente. Al este su límite es continental y, según la mayor parte de los geógrafos, lo sitúan al pie oriental de los montes Urales, el Río Ural, la cordillera del Cáucaso y el Mar Negro hasta llegar al mar de Mármara.
Europa es el segundo continente más pequeño del mundo, sólo por detrás de Oceanía. Tiene una superficie de 10 530 751 km²,1 lo que representa el 7 % de las tierras emergidas. A finales de 2016 está compuesto por cincuenta países, incluyendo Rusia y Turquía, aunque la mayor parte de sus territorios sea asiática. Su distancia máxima de norte a sur es de 4300 km y de este a oeste de 5600 km. Se sitúa en el hemisferio norte. Está unido a Asia, configurando una enorme península dentro de lo que se denomina Eurasia, y debe sus características de individualidad, además de a elementos físicos, a rasgos de orden histórico y humano.
Limita con el mar por tres de los cuatro puntos cardinales. A grandes rasgos, con el océano Ártico al norte, el océano Atlántico al oeste y el mar Mediterráneo al sur, lo que evidencia una importantísima influencia oceánica dada su amplia fachada formada por casi 38 000 km de costas y que, además, lo llega a caracterizar como uno de sus rasgos físicos más importantes, determinando el clima en la mayor parte del continente. Al este su límite es continental y, según la mayor parte de los geógrafos, lo sitúan al pie oriental de los montes Urales, el Río Ural, la cordillera del Cáucaso y el Mar Negro hasta llegar al mar de Mármara.
El continente se caracteriza también por poseer una gran parte de terrenos macizos, a la que se contrapone una parte mucho más articulada, compuesta por islas y penínsulas. Las islas representan el 8 % y las penínsulas el 27 % de Europa. El contorno de estas islas y penínsulas es muy diverso y accidentado por la gran extensión de sus costas.
Europa es el segundo continente más pequeño del mundo, sólo por detrás de Oceanía. Tiene una superficie de 10 530 751 km²,1 lo que representa el 7 % de las tierras emergidas. A finales de 2016 está compuesto por cincuenta países, incluyendo Rusia y Turquía, aunque la mayor parte de sus territorios sea asiática. Su distancia máxima de norte a sur es de 4300 km y de este a oeste de 5600 km. Se sitúa en el hemisferio norte. Está unido a Asia, configurando una enorme península dentro de lo que se denomina Eurasia, y debe sus características de individualidad, además de a elementos físicos, a rasgos de orden histórico y humano.
Limita con el mar por tres de los cuatro puntos cardinales. A grandes rasgos, con el océano Ártico al norte, el océano Atlántico al oeste y el mar Mediterráneo al sur, lo que evidencia una importantísima influencia oceánica dada su amplia fachada formada por casi 38 000 km de costas y que, además, lo llega a caracterizar como uno de sus rasgos físicos más importantes, determinando el clima en la mayor parte del continente. Al este su límite es continental y, según la mayor parte de los geógrafos, lo sitúan al pie oriental de los montes Urales, el Río Ural, la cordillera del Cáucaso y el Mar Negro hasta llegar al mar de Mármara.
Europa es el segundo continente más pequeño del mundo, sólo por detrás de Oceanía. Tiene una superficie de 10 530 751 km²,1 lo que representa el 7 % de las tierras emergidas. A finales de 2016 está compuesto por cincuenta países, incluyendo Rusia y Turquía, aunque la mayor parte de sus territorios sea asiática. Su distancia máxima de norte a sur es de 4300 km y de este a oeste de 5600 km. Se sitúa en el hemisferio norte. Está unido a Asia, configurando una enorme península dentro de lo que se denomina Eurasia, y debe sus características de individualidad, además de a elementos físicos, a rasgos de orden histórico y humano.
Limita con el mar por tres de los cuatro puntos cardinales. A grandes rasgos, con el océano Ártico al norte, el océano Atlántico al oeste y el mar Mediterráneo al sur, lo que evidencia una importantísima influencia oceánica dada su amplia fachada formada por casi 38 000 km de costas y que, además, lo llega a caracterizar como uno de sus rasgos físicos más importantes, determinando el clima en la mayor parte del continente. Al este su límite es continental y, según la mayor parte de los geógrafos, lo sitúan al pie oriental de los montes Urales, el Río Ural, la cordillera del Cáucaso y el Mar Negro hasta llegar al mar de Mármara.
El continente se caracteriza también por poseer una gran parte de terrenos macizos, a la que se contrapone una parte mucho más articulada, compuesta por islas y penínsulas. Las islas representan el 8 % y las penínsulas el 27 % de Europa. El contorno de estas islas y penínsulas es muy diverso y accidentado por la gran extensión de sus costas.