a) Judiciales: Las sentencias se hacían en nombre el rey con el sello real. Ante este cuerno se podían apelar las resoluciones de virreyes y gobernadores. Los asuntos civiles y militares eran apelados ante ella en primera instancia y en segunda instancia ante el Consejo de Indias; intervenían en los juicios de residencia.
b) Administrativas: Entendieron en el tratamiento que se debía dar a los indios, así como en cuestiones de diezmo y patronato. Los oidores formaban parte de la Junta de Real Hacienda.
e) Políticas: Los oidores aconsejaban al virrey en asuntos graves de gobierno y el más antiguo reemplazaba en caso de ausencia o muerte, hasta que el rey enviaba sucesor.
Audiencia de Buenos Aires — Felipe IV dió una Real Cédula en 1661 autorizando la creación de la Audiencia de Buenos Aires, por considerar que la distancia que la separaba de la de Charcas dificultada y atrasaba los trámites.
Dependían de la Audiencia de Buenos Aires las provincias del Río de la Plata, Paraguay y el Tucumán y estaba subordinada al virrey del Perú. Empezó a funcionar recién en 1663 y en 1671, por considerarse que no había cumplido con las finalidades que se esperaban de ella, se suprimió. En realidad Lima influyó en esta supresión, que le restituyó todos sus antiguos privilegios.
Al crearse el virreinato del Río de la Plata fue necesario restablecer la Audiencia, dada la gran distancia que lo separaba de Charcas. Por Real Cédula de 1783 fue erigida la Real Audiencia de Buenos Aires, cuyo presidente era el virrey.
Sus funciones eran:
a) Judiciales: Las sentencias se hacían en nombre el rey con el sello real. Ante este cuerno se podían apelar las resoluciones de virreyes y gobernadores. Los asuntos civiles y militares eran apelados ante ella en primera instancia y en segunda instancia ante el Consejo de Indias; intervenían en los juicios de residencia.
b) Administrativas: Entendieron en el tratamiento que se debía dar a los indios, así como en cuestiones de diezmo y patronato. Los oidores formaban parte de la Junta de Real Hacienda.
e) Políticas: Los oidores aconsejaban al virrey en asuntos graves de gobierno y el más antiguo reemplazaba en caso de ausencia o muerte, hasta que el rey enviaba sucesor.
Audiencia de Buenos Aires — Felipe IV dió una Real Cédula en 1661 autorizando la creación de la Audiencia de Buenos Aires, por considerar que la distancia que la separaba de la de Charcas dificultada y atrasaba los trámites.
Dependían de la Audiencia de Buenos Aires las provincias del Río de la Plata, Paraguay y el Tucumán y estaba subordinada al virrey del Perú. Empezó a funcionar recién en 1663 y en 1671, por considerarse que no había cumplido con las finalidades que se esperaban de ella, se suprimió. En realidad Lima influyó en esta supresión, que le restituyó todos sus antiguos privilegios.
Al crearse el virreinato del Río de la Plata fue necesario restablecer la Audiencia, dada la gran distancia que lo separaba de Charcas. Por Real Cédula de 1783 fue erigida la Real Audiencia de Buenos Aires, cuyo presidente era el virrey.