Las ciudades europeas del siglo XVIII se caracterizan por su máxima realización pre-revolución industrial (lógicamente, con la excepción del Reino Unido, el cual fue atravesado por dicho fenómeno productivo justamente a mediados y finales de este siglo). Por su parte, todas las otras ciudades estaban organizadas y pobladas por los distintos artesanos y escuelas de oficios disponibles.
Las ciudades europeas del siglo XVIII se caracterizan por su máxima realización pre-revolución industrial (lógicamente, con la excepción del Reino Unido, el cual fue atravesado por dicho fenómeno productivo justamente a mediados y finales de este siglo). Por su parte, todas las otras ciudades estaban organizadas y pobladas por los distintos artesanos y escuelas de oficios disponibles.