La literatura clásica hoy en día se considera aquella escrita en griego antiguo o en latín y que forma parte del canon occidental. No debe confundirse con los clásicos nacionales, aquellas obras consideradas modélicas para cada país, ni con aquellos libros que sobreviven al paso del tiempo o que se escribieron en el periodo del Neoclasicismo. El concepto engloba, por tanto la literatura griega y la literatura latina, excluyendo las obras de la Grecia moderna.
Esta literatura tiene muchos rasgos en común, ya que la Antigua Roma imitaba y aprendía de los modelos griegos y compartían una misma cosmovisión, la del helenismo.
La mayoría de las obras glosan las aventuras de grandes héroes, siguiendo el modelo de Homero. En cuanto al teatro, predomina la tragedia, con grandes ciclos de sagas y temas comunes, aunque existe también una tradición cómica nada despreciable, como por ejemplo las comedias de Plauto. En Roma aparecieron géneros poco cultivados en Grecia, como la retórica o la literatura didáctica.
La literatura clásica hoy en día se considera aquella escrita en griego antiguo o en latín y que forma parte del canon occidental. No debe confundirse con los clásicos nacionales, aquellas obras consideradas modélicas para cada país, ni con aquellos libros que sobreviven al paso del tiempo o que se escribieron en el periodo del Neoclasicismo. El concepto engloba, por tanto la literatura griega y la literatura latina, excluyendo las obras de la Grecia moderna.
Esta literatura tiene muchos rasgos en común, ya que la Antigua Roma imitaba y aprendía de los modelos griegos y compartían una misma cosmovisión, la del helenismo.
La mayoría de las obras glosan las aventuras de grandes héroes, siguiendo el modelo de Homero. En cuanto al teatro, predomina la tragedia, con grandes ciclos de sagas y temas comunes, aunque existe también una tradición cómica nada despreciable, como por ejemplo las comedias de Plauto. En Roma aparecieron géneros poco cultivados en Grecia, como la retórica o la literatura didáctica.