--¡No se acerque usted o le tiro una piedra a la cabeza!--dijo la heroica joven haciendo ademán de bajarse a cogerla.
Reconquistada la ciudad, San Fernando no quiso que en la Catedral toledana hubiese ni tan siquiera huellas de los infieles, y la destruyó hasta los cimientos, poniendo en aquel mismo sitio la primera piedra del templo actual.
Nosotros mirábamos asustados el paraje siniestro al que el padre, lleno de un horror sagrado, había hecho arrojar piedra y tierra
--¡No se acerque usted o le tiro una piedra a la cabeza!--dijo la heroica joven haciendo ademán de bajarse a cogerla.
Reconquistada la ciudad, San Fernando no quiso que en la Catedral toledana hubiese ni tan siquiera huellas de los infieles, y la destruyó hasta los cimientos, poniendo en aquel mismo sitio la primera piedra del templo actual.
Nosotros mirábamos asustados el paraje siniestro al que el padre, lleno de un horror sagrado, había hecho arrojar piedra y tierra