mohamed123
A partir de 1870, comenzaron a producirse una serie de cambios en la industria, tan importantes, que la mayoría de los historiadores hablan de una segunda revolución industrial. A diferencia de la primera, esta segunda revolución fue el resultado de la unión entre la ciencia, la técnica y el capital financiero.
Así como en la primera, el elemento determinante fue el vapor; en la segunda, una serie de inventos marcaron su desarrollo. La electricidad, empleada desde mediados de siglo en el telégrafo, pudo ser usada en la producción. En 1867, Werner Siemens aplicó la dinamo —un aparato que permitía producir electricidad— a la industria.
En 1879, Thomas Alva Edison fabricó la primera lámpara eléctrica y la transformó en un producto industrial de su propia fábrica: la Edison Company, conocida después como General Electric Company, la primera empresa mundial de electricidad.
El petróleo y sus derivados fueron los combustibles de esta Segunda Revolución Industrial y el acero, la materia prima. Un ejemplo del auge del acero fue la construcción en París del edificio más alto de la época: la torre Eiffel en ocasión de la Feria Universal de París de 1889, durante los festejos del centenario de la Revolución Francesa. Las industrias siderúrgicas y de hierro demandaron todo tipo de metales, lo que dinamizó también la minería.
La segunda revolución industrial contribuyó a afianzar la división internacional del trabajo; con una relación entre Europa- área productora de manufacturas – y Argentina – productor de materias primas - .
Inducida por la crisis internacional de 1874 nació en la Argentina la primera legislación de proteccionismo industrial a escala nacional. Similarmente, las posteriores crisis del régimen capitalista mundial (1890, 1914, 1930 y 1939) también contribuyeron a diversificar e industrializar la economía pastoril y agrícola del país. A excepción de la de 1874, las crisis referidas si no coincidieron con gobiernos conservadores sí lo hicieron en tiempos donde la Argentina no se propuso ni estuvo en condiciones (por las presiones externas y la relación de fuerzas internas) de ser otra cosa que una factoría exportadora de granos y carne. Así hasta 1946.
Así como en la primera, el elemento determinante fue el vapor; en la segunda, una serie de inventos marcaron su desarrollo. La electricidad, empleada desde mediados de siglo en el telégrafo, pudo ser usada en la producción. En 1867, Werner Siemens aplicó la dinamo —un aparato que permitía producir electricidad— a la industria.
En 1879, Thomas Alva Edison fabricó la primera lámpara eléctrica y la transformó en un producto industrial de su propia fábrica: la Edison Company, conocida después como General Electric Company, la primera empresa mundial de electricidad.
El petróleo y sus derivados fueron los combustibles de esta Segunda Revolución Industrial y el acero, la materia prima. Un ejemplo del auge del acero fue la construcción en París del edificio más alto de la época: la torre Eiffel en ocasión de la Feria Universal de París de 1889, durante los festejos del centenario de la Revolución Francesa. Las industrias siderúrgicas y de hierro demandaron todo tipo de metales, lo que dinamizó también la minería.
La segunda revolución industrial contribuyó a afianzar la división internacional del trabajo; con una relación entre Europa- área productora de manufacturas – y Argentina – productor de materias primas - .
Inducida por la crisis internacional de 1874 nació en la Argentina la primera legislación de proteccionismo industrial a escala nacional. Similarmente, las posteriores crisis del régimen capitalista mundial (1890, 1914, 1930 y 1939) también contribuyeron a diversificar e industrializar la economía pastoril y agrícola del país. A excepción de la de 1874, las crisis referidas si no coincidieron con gobiernos conservadores sí lo hicieron en tiempos donde la Argentina no se propuso ni estuvo en condiciones (por las presiones externas y la relación de fuerzas internas) de ser otra cosa que una factoría exportadora de granos y carne. Así hasta 1946.