1La historiografía tradicional sobre las independencias ha tendido a considerar éstas como el resultado de un conflicto de naciones, guerras de liberación nacional, en el que unas preexistentes naciones americanas se liberaban de una también preexistente nación española. En esta interpretación la existencia de dos formas de identidad colectiva de carácter protonacional, criollos (nacidos en América) y peninsulares (nacidos en Europa) ha tenido un papel determinante. Las guerras de independencia habrían sido el resultado de un enfrentamiento entre identidades colectivas definidas por el lugar de nacimiento. Una afirmación que hoy muy pocos historiadores se atreverían a mantener de forma explícita pero que sigue siento el trasfondo último del relato hegemónico sobre las independencias americanas.
2La propuesta de este trabajo es tanto discutir esta idea como desentrañar las funciones que ha cumplido en una historiografía que ha interpretado las guerras de independencia hispanoamericanas como guerras de liberación nacional. Para sustentar esta hipótesis se necesitó partir de la existencia previa de identidades colectivas con densidad política en el interior de la Monarquía Católica y lo más parecido que se encontró fue un supuesto conflicto criollos-peninsulares. Mi propuesta es que las naciones no fueron la causa de las guerras de independencia y que el enfrentamiento entre peninsulares y criollos, en el que la interpretación anterior se sustenta, es poco más que una bella leyenda, un mito historiográfico que forma parte del proceso de imaginación nacional latinoamericano y no de la realidad histórica.
Respuesta:
1La historiografía tradicional sobre las independencias ha tendido a considerar éstas como el resultado de un conflicto de naciones, guerras de liberación nacional, en el que unas preexistentes naciones americanas se liberaban de una también preexistente nación española. En esta interpretación la existencia de dos formas de identidad colectiva de carácter protonacional, criollos (nacidos en América) y peninsulares (nacidos en Europa) ha tenido un papel determinante. Las guerras de independencia habrían sido el resultado de un enfrentamiento entre identidades colectivas definidas por el lugar de nacimiento. Una afirmación que hoy muy pocos historiadores se atreverían a mantener de forma explícita pero que sigue siento el trasfondo último del relato hegemónico sobre las independencias americanas.
2La propuesta de este trabajo es tanto discutir esta idea como desentrañar las funciones que ha cumplido en una historiografía que ha interpretado las guerras de independencia hispanoamericanas como guerras de liberación nacional. Para sustentar esta hipótesis se necesitó partir de la existencia previa de identidades colectivas con densidad política en el interior de la Monarquía Católica y lo más parecido que se encontró fue un supuesto conflicto criollos-peninsulares. Mi propuesta es que las naciones no fueron la causa de las guerras de independencia y que el enfrentamiento entre peninsulares y criollos, en el que la interpretación anterior se sustenta, es poco más que una bella leyenda, un mito historiográfico que forma parte del proceso de imaginación nacional latinoamericano y no de la realidad histórica.