Cual fue el punto clave para la consolidacion de los estados nacionales xfa ayudenme...... es para mañana
EveChan12
] Entre 1862 y 1880 se sucedieron las presidencias de Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento y Nicolás Avellaneda, quienes fueron electos por todas las provincias que componían la Nación Argentina. Su objetivo común fue la consolidación del mopropietmiunfante de Estado nacional. Para lograr este fin se aplicó una estrategia compleja que combinaba el consenso y la represión, y cuyas metas fueron: la subordinación a la autoridad central, la organización institucional y la integración territorial. La subordinación a la autoridad central buscaba limitar o eliminar las autonomías provinciales, así como su poder de decisión y la independencia respecto del poder central. establecimiento de pactos —con quienes estuvieran dispuestos a hacerlos—, y la represión —contra aquellos que se opusieran—. En el primer caso, la aceptación del pacto generalmente implicaba la obtención de ventajas para aquellas provincias que lo firmaran. En el segundo caso, el arma elegida fue el Ejército Nacional, que fue lanzado contra quienes fueran considerados una amenaza para el poder central. La organización institucional implicó el fortalecimiento de las acciones del Estado nacional. Éste empezó a ocupar cada vez más funciones mediante una importante política de obras públicas. Los colegios, los correos, el ejército, el FFCC extendían su red de acción, a la vez que su burocracia se ampliaba. El empleo en el Estado se convirtió en una importante opción laboral para sectores de la población que buscaban escapar del trabajo manual. La integración territorial adoptaba distintas formas. Por un lado, las políticas de población contra los indígenas, como la llamada “Campaña la Desierto”, ampliaron enormemente la extensión del Estado nacional. Junto a esto, fue necesario la unificación de valores y sentimientos, que implicaron entre otros aspectos el dictado de leyes de aplicación en todo el territorio y la creación de un sentimiento colectivo de nacionalidad. En 1880, se produjo un último conflicto entre el Estado nacional y los autonomistas bonaerenses. Estos últimos se oponían a que la Ciudad de Buenos Aires fuera nombrada Capital Federal del país y quedara separada de la provincia. El poder ejecutivo no dudó en enviar al Ejército nacional contra los sublevados, que fueron sometidos rápidamente. Los importantes cambios políticos de los que nos hemos ocupado más arriba estuvieron acompañados de cambios económicos y sociales muy profundos. La acción del Estado nacional fue decisiva para lograr esas transformaciones. En esos años se produjo una importante modernización económica capitalista que buscaba favorecer la inclusión de la Argentina en el nuevo mercado internacional como productora de materias primas. Los debates económicos de la primera mitad del siglo encontraron su resolución. El librecambismo se impuso sobre el proteccionismo, las aduanas internas fueron eliminadas y el puerto de Buenos Aires pasó a manos nacionales. El Litoral vio satisfechas algunas de sus demandas al lograr dar rango constitucional a la libre navegación de los ríos. Se estaban llevando a cabo importantes cambios en la economía mundial que afectaban a nuestro país. Se agotó el viejo circuito comercial basado en el saladero que producía tasajo para las zonas esclavistas. Europa atravesaba la segunda revolución industrial, por lo que cada vez demandaba más y nuevos productos: alimentos para su población en aumento, y materias primas, como la lana, para sus industrias. Hacia allí se orientó la economía argentina. Para lograr estos cambios fue necesario poner el acento en los factores de la producción: tierra, mano de obra y capitales. La acción del Estado se encaminó en ese sentido. La expansión de la frontera permitió la anexión de grandes territorios. En la mayoría de los casos, las políticas de distribución de esas tierras produjo la generación de latifundios —esto es, grandes extensiones de tierra en manos de un único propietario— que aseguraban importantes ganancias a sus dueños. La mano de obra la aportó, por un lado, la población nativa y, por otro, la inmigración europea. El Estado impulsó políticas para favorecer la llegada de grandes masas de gente que, si bien fueron mucho mayores posteriormente, ya se hacían notar en esos años
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china242003
muchas gracias pero necesito algo mucho mas largo q eso
Entre 1862 y 1880 se sucedieron las presidencias de Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento y Nicolás Avellaneda, quienes fueron electos por todas las provincias que componían la Nación Argentina. Su objetivo común fue la consolidación del mopropietmiunfante de Estado nacional. Para lograr este fin se aplicó una estrategia compleja que combinaba el consenso y la represión, y cuyas metas fueron: la subordinación a la autoridad central, la organización institucional y la integración territorial. La subordinación a la autoridad central buscaba limitar o eliminar las autonomías provinciales, así como su poder de decisión y la independencia respecto del poder central. establecimiento de pactos —con quienes estuvieran dispuestos a hacerlos—, y la represión —contra aquellos que se opusieran—. En el primer caso, la aceptación del pacto generalmente implicaba la obtención de ventajas para aquellas provincias que lo firmaran. En el segundo caso, el arma elegida fue el Ejército Nacional, que fue lanzado contra quienes fueran considerados una amenaza para el poder central. La organización institucional implicó el fortalecimiento de las acciones del Estado nacional. Éste empezó a ocupar cada vez más funciones mediante una importante política de obras públicas. Los colegios, los correos, el ejército, el FFCC extendían su red de acción, a la vez que su burocracia se ampliaba. El empleo en el Estado se convirtió en una importante opción laboral para sectores de la población que buscaban escapar del trabajo manual. La integración territorial adoptaba distintas formas. Por un lado, las políticas de población contra los indígenas, como la llamada “Campaña la Desierto”, ampliaron enormemente la extensión del Estado nacional. Junto a esto, fue necesario la unificación de valores y sentimientos, que implicaron entre otros aspectos el dictado de leyes de aplicación en todo el territorio y la creación de un sentimiento colectivo de nacionalidad. En 1880, se produjo un último conflicto entre el Estado nacional y los autonomistas bonaerenses. Estos últimos se oponían a que la Ciudad de Buenos Aires fuera nombrada Capital Federal del país y quedara separada de la provincia. El poder ejecutivo no dudó en enviar al Ejército nacional contra los sublevados, que fueron sometidos rápidamente. Los importantes cambios políticos de los que nos hemos ocupado más arriba estuvieron acompañados de cambios económicos y sociales muy profundos. La acción del Estado nacional fue decisiva para lograr esas transformaciones. En esos años se produjo una importante modernización económica capitalista que buscaba favorecer la inclusión de la Argentina en el nuevo mercado internacional como productora de materias primas. Los debates económicos de la primera mitad del siglo encontraron su resolución. El librecambismo se impuso sobre el proteccionismo, las aduanas internas fueron eliminadas y el puerto de Buenos Aires pasó a manos nacionales. El Litoral vio satisfechas algunas de sus demandas al lograr dar rango constitucional a la libre navegación de los ríos. Se estaban llevando a cabo importantes cambios en la economía mundial que afectaban a nuestro país. Se agotó el viejo circuito comercial basado en el saladero que producía tasajo para las zonas esclavistas. Europa atravesaba la segunda revolución industrial, por lo que cada vez demandaba más y nuevos productos: alimentos para su población en aumento, y materias primas, como la lana, para sus industrias. Hacia allí se orientó la economía argentina. Para lograr estos cambios fue necesario poner el acento en los factores de la producción: tierra, mano de obra y capitales. La acción del Estado se encaminó en ese sentido. La expansión de la frontera permitió la anexión de grandes territorios. En la mayoría de los casos, las políticas de distribución de esas tierras produjo la generación de latifundios —esto es, grandes extensiones de tierra en manos de un único propietario— que aseguraban importantes ganancias a sus dueños. La mano de obra la aportó, por un lado, la población nativa y, por otro, la inmigración europea. El Estado impulsó políticas para favorecer la llegada de grandes masas de gente que, si bien fueron mucho mayores posteriormente, ya se hacían notar en esos años