La mujer de la elite: la formación de la elite colonial se dio por linaje (transmisión patrilineal de honores, beneficios, etc.) y por alianzas. Las alianzas matrimoniales respondían a estrategias familiares que afianzaban los vínculos de poder del conjunto familiar. Por medio del matrimonio se asimilaba a otras personas y sus parientes y se fortalecían los patrimonios, porque la novia contribuía con una nueva dote a su nueva familia. Muchos españoles se acomodaron arreglando un buen matrimonio; la dote fue el capital inicial de su desarrollo empresarial. A su vez, la dote también resguardaba el futuro de la mujer (esos bienes estaban a su nombre). Así, la esposa permitía que el grupo asimilara al esposo (hay más permeabilidad social). Es así como la mujer desempeña un papel crucial en la formación de su sociedad.
Ella tuvo como misión la conservación de las tradiciones castellanas, el fomento de la religiosidad en el hogar y la consolidación del modelo de vida familiar. La familia era la fuente primaria de las reglas de vida y tuvo tres funciones: suplió al Estado en la protección de los suyos, facilitó el traspaso de bienes de adultos a jóvenes y preparó a estos últimos para la vida (de esto se desprende la importancia del rol de la mujer). En el ámbito privado, la mueres eran amas y señoras en el hogar (considerando el tamaño de las casas y la cantidad de personas que en ella vivían, se daba un verdadero universo de relaciones humanas). Las funciones de la mujer en el hogar eran: criar a los hijos, manejar los asuntos domésticos y velar por el cumplimiento y enseñanza de los valores culturales y morales.
La mujer de la elite: la formación de la elite colonial se dio por linaje (transmisión patrilineal de honores, beneficios, etc.) y por alianzas. Las alianzas matrimoniales respondían a estrategias familiares que afianzaban los vínculos de poder del conjunto familiar. Por medio del matrimonio se asimilaba a otras personas y sus parientes y se fortalecían los patrimonios, porque la novia contribuía con una nueva dote a su nueva familia. Muchos españoles se acomodaron arreglando un buen matrimonio; la dote fue el capital inicial de su desarrollo empresarial. A su vez, la dote también resguardaba el futuro de la mujer (esos bienes estaban a su nombre). Así, la esposa permitía que el grupo asimilara al esposo (hay más permeabilidad social). Es así como la mujer desempeña un papel crucial en la formación de su sociedad.
Ella tuvo como misión la conservación de las tradiciones castellanas, el fomento de la religiosidad en el hogar y la consolidación del modelo de vida familiar. La familia era la fuente primaria de las reglas de vida y tuvo tres funciones: suplió al Estado en la protección de los suyos, facilitó el traspaso de bienes de adultos a jóvenes y preparó a estos últimos para la vida (de esto se desprende la importancia del rol de la mujer). En el ámbito privado, la mueres eran amas y señoras en el hogar (considerando el tamaño de las casas y la cantidad de personas que en ella vivían, se daba un verdadero universo de relaciones humanas). Las funciones de la mujer en el hogar eran: criar a los hijos, manejar los asuntos domésticos y velar por el cumplimiento y enseñanza de los valores culturales y morales.