Si vemos históricamente la evolución de América Latina y del mundo, el elemento central que guió el pensamiento económico desde el siglo XVIII, desde Adam Smith y David Ricardo, fue esencialmente poner énfasis en la ventaja comparativa y en la no interferencia en el comercio internacional.
Esto ha tenido influencia no solamente en las concepciones del desarrollo, sino particularmente en las formas en las cuales se ha organizado la actividad económica. Yo quiero enfatizar en este contexto tres aspectos centrales: por un lado, la forma en la cual la América Latina se ha insertado en el comercio internacional y en la producción mundial (la situación de África y Asia es diferente a la de los países latinoamericanos). En segundo lugar, la influencia que han tenido los desarrollos económicos y la consolidación de mercados, particularmente la actual Comunidad Económica Europea, en la movilización de recursos financieros y económicos en países como los latinoamericanos, así como el funcionamiento del sistema monetario internacional. Y finalmente los temas relativos a las corrientes de pensamiento y a las acciones que ha impuesto este mundo globalizado.
El grupo de países que se suele denominar como Tercer Mundo incluye más de cuatro quintas partes de la población mundial, y sin embargo representa solamente una quinta parte de la producción y del ingreso mundiales. Pese a esta poca significación, la influencia que han ejercido los centros de poder económico y político en el mundo en desarrollo se ha manifestado en mi opinión en dos campos: por un lado en las concepciones que han orientado la asignación de recursos que se han implementado en los últimos 50 años, producto precisamente de la evolución política y económica de esos centros de poder, aspectos que han sido señalados por el Profesor Benz, pero también, obviamente, las particularidades políticas y económicas de los distintos países en desarrollo, así como de su dotación de recursos humanos, materiales y financieros.
Si vemos históricamente la evolución de América Latina y del mundo, el elemento central que guió el pensamiento económico desde el siglo XVIII, desde Adam Smith y David Ricardo, fue esencialmente poner énfasis en la ventaja comparativa y en la no interferencia en el comercio internacional.
Esto ha tenido influencia no solamente en las concepciones del desarrollo, sino particularmente en las formas en las cuales se ha organizado la actividad económica. Yo quiero enfatizar en este contexto tres aspectos centrales: por un lado, la forma en la cual la América Latina se ha insertado en el comercio internacional y en la producción mundial (la situación de África y Asia es diferente a la de los países latinoamericanos). En segundo lugar, la influencia que han tenido los desarrollos económicos y la consolidación de mercados, particularmente la actual Comunidad Económica Europea, en la movilización de recursos financieros y económicos en países como los latinoamericanos, así como el funcionamiento del sistema monetario internacional. Y finalmente los temas relativos a las corrientes de pensamiento y a las acciones que ha impuesto este mundo globalizado.
Espero que te sirva.
El grupo de países que se suele denominar como Tercer Mundo incluye más de cuatro quintas partes de la población mundial, y sin embargo representa solamente una quinta parte de la producción y del ingreso mundiales. Pese a esta poca significación, la influencia que han ejercido los centros de poder económico y político en el mundo en desarrollo se ha manifestado en mi opinión en dos campos: por un lado en las concepciones que han orientado la asignación de recursos que se han implementado en los últimos 50 años, producto precisamente de la evolución política y económica de esos centros de poder, aspectos que han sido señalados por el Profesor Benz, pero también, obviamente, las particularidades políticas y económicas de los distintos países en desarrollo, así como de su dotación de recursos humanos, materiales y financieros.