Los bosques son ecosistemas imprescindibles para la vida. Vastas zonas verdes, que se convierten en excelentes espacios esenciales para el planeta. Miremos su importancia:
Proporcionan un hábitat para plantas y animales
Las selvas y bosques tropicales tomaron entre 60 y 100 millones de años para evolucionar y se cree que son el ecosistema más antiguo y más complejo en tierra, albergando más de 30 millones de especies de plantas y animales. Eso es la mitad de la fauna de la Tierra y por lo menos ¡dos tercios de sus especies vegetales!
Debido a que la mayor parte de los bosques tropicales crecen en ambientes cálidos y húmedos, estos contienen una gran variedad de plantas. Una hectárea de bosque tropical de tierras bajas puede contener 1.000 árboles hasta con 300 especies. Además, todas las plantas existentes en ellos, a su vez, sirven de alimento y refugio para muchos animales.
Regulan nuestro clima
Las selvas y bosques tropicales, almacenan agua como una gran esponja. De hecho, se cree que los bosques amazónicos por sí solos, almacenan más de la ¡mitad del agua lluvia de la Tierra! Los árboles de la selva extraen agua del suelo del bosque y lo liberan de nuevo a la atmósfera en forma de niebla y nubes.
Además y es bien sabido, los árboles absorben el dióxido de carbono que exhalamos, y proporcionan el oxígeno que necesitamos para respirar. Cuando se queman los árboles de la selva, liberan dióxido de carbono, que contamina la atmósfera y contribuye al calentamiento global. La deforestación es de hecho considerado como el segundo de los principales impulsores del cambio climático (mucho más que todo el sector del transporte mundial), responsable del 18-25% de las emisiones globales de dióxido de carbono anuales.
Ayudan a prevenir la erosión
Sorprendentemente, el suelo de la selva es muy pobre en nutrientes. Esto se debe a que los nutrientes se almacenan en la gran cantidad de árboles y plantas existentes, en lugar del suelo. Las raíces de los árboles sostienen la tierra, mientras que la cubierta protege el suelo de las fuertes lluvias. Cuando un árbol muere y su tronco cae al suelo del bosque, se descompone y los nutrientes que contiene se reciclan. El suelo sin protección es simplemente arrasado por las fuertes lluvias, causando obstrucciones e inundaciones en ríos de tierras bajas.
Los bosques son ecosistemas imprescindibles para la vida. Vastas zonas verdes, que se convierten en excelentes espacios esenciales para el planeta. Miremos su importancia:
Proporcionan un hábitat para plantas y animales
Las selvas y bosques tropicales tomaron entre 60 y 100 millones de años para evolucionar y se cree que son el ecosistema más antiguo y más complejo en tierra, albergando más de 30 millones de especies de plantas y animales. Eso es la mitad de la fauna de la Tierra y por lo menos ¡dos tercios de sus especies vegetales!
Debido a que la mayor parte de los bosques tropicales crecen en ambientes cálidos y húmedos, estos contienen una gran variedad de plantas. Una hectárea de bosque tropical de tierras bajas puede contener 1.000 árboles hasta con 300 especies. Además, todas las plantas existentes en ellos, a su vez, sirven de alimento y refugio para muchos animales.
Regulan nuestro clima
Las selvas y bosques tropicales, almacenan agua como una gran esponja. De hecho, se cree que los bosques amazónicos por sí solos, almacenan más de la ¡mitad del agua lluvia de la Tierra! Los árboles de la selva extraen agua del suelo del bosque y lo liberan de nuevo a la atmósfera en forma de niebla y nubes.
Además y es bien sabido, los árboles absorben el dióxido de carbono que exhalamos, y proporcionan el oxígeno que necesitamos para respirar. Cuando se queman los árboles de la selva, liberan dióxido de carbono, que contamina la atmósfera y contribuye al calentamiento global. La deforestación es de hecho considerado como el segundo de los principales impulsores del cambio climático (mucho más que todo el sector del transporte mundial), responsable del 18-25% de las emisiones globales de dióxido de carbono anuales.
Ayudan a prevenir la erosión
Sorprendentemente, el suelo de la selva es muy pobre en nutrientes. Esto se debe a que los nutrientes se almacenan en la gran cantidad de árboles y plantas existentes, en lugar del suelo. Las raíces de los árboles sostienen la tierra, mientras que la cubierta protege el suelo de las fuertes lluvias. Cuando un árbol muere y su tronco cae al suelo del bosque, se descompone y los nutrientes que contiene se reciclan. El suelo sin protección es simplemente arrasado por las fuertes lluvias, causando obstrucciones e inundaciones en ríos de tierras bajas.
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