La idea de transición entre el mito y la razón pone de manifiesto que la mitología ya no servía como discurso racional. Esa debilidad lógica del mito no significó su desaparición; en realidad pasó a formar parte de la cultura universal, una especie de legado de la humanidad, un referente histórico para entendernos mejor.
El mito sigue vivo en el presente, forma parte de la tradición de cada pueblo. Y apreciamos su vigencia desde el momento en que el cine y la literatura siguen revisando aquellos antiguos relatos; con nuevas versiones pero fieles a su mensaje.
se convierte en un símbolo y que pasa a formar parte de la humanidad entera. Si nos fijamos bien, los dos significados del mito ( historia remota o símbolo ) tienen algo en común: la necesidad de comprender el mundo más allá del presente
La idea de transición entre el mito y la razón pone de manifiesto que la mitología ya no servía como discurso racional. Esa debilidad lógica del mito no significó su desaparición; en realidad pasó a formar parte de la cultura universal, una especie de legado de la humanidad, un referente histórico para entendernos mejor.
El mito sigue vivo en el presente, forma parte de la tradición de cada pueblo. Y apreciamos su vigencia desde el momento en que el cine y la literatura siguen revisando aquellos antiguos relatos; con nuevas versiones pero fieles a su mensaje.
se convierte en un símbolo y que pasa a formar parte de la humanidad entera. Si nos fijamos bien, los dos significados del mito ( historia remota o símbolo ) tienen algo en común: la necesidad de comprender el mundo más allá del presente