Aunque la cantidad de agua contenida en la atmósfera constituye una mínima parte de la existente en nuestro planeta, su importancia es vital: participa en procesos de regulación de temperatura, en el ciclo del agua, en fenómenos climáticos e, incluso, en desastres naturales.
Explicación:
Aunque la cantidad de agua contenida en la atmósfera constituye una mínima parte de la existente en nuestro planeta, su importancia es vital: participa en procesos de regulación de temperatura, en el ciclo del agua, en fenómenos climáticos e, incluso, en desastres naturales.