Pero mientras intentas averiguar de dónde ha salido esa piedra, la sangre del corte en tu rodilla está ya ocupada creando una costra. En cuanto te haces un rasguño o te lastimas la piel de cualquier parte de tu cuerpo, unas células sanguíneas especiales llamadas plaquetas se preparan para intervenir
Pero mientras intentas averiguar de dónde ha salido esa piedra, la sangre del corte en tu rodilla está ya ocupada creando una costra. En cuanto te haces un rasguño o te lastimas la piel de cualquier parte de tu cuerpo, unas células sanguíneas especiales llamadas plaquetas se preparan para intervenir