samupalaga01p9ri9pIntercambio materno-fetal: - Cumple una función de filtro ya que permite el paso de algunas moléculas e impide el de otras. - Sirve de vehículo para el transporte de los nutrientes que necesita el feto para desarrollarse. - Es vital para la función respiratoria, ya que permite la llegada de oxigeno al feto y la eliminación del dióxido de carbono del feto.
Acción inmunológica: la placenta impide que el sistema inmunológico de la madre identifique al embrión como un cuerpo extraño y lo ataque como tal. Pero también sirve de barrera frente a las bacterias procedentes del exterior.
Actividad endócrina: en la placenta se sintetizan una serie de hormonas y factores de crecimiento esenciales tanto para el metabolismo del feto como de la madre. Destaca, por ejemplo, la hormona denominada gonadotrofina coriónica, que es fundamental para la evolución del embarazo. Asimismo, produce estrógenos y otras hormonas sexuales femeninas, esenciales para la implantación definitiva del embrión en la pared del útero, para la preparación de las mamas de cara a la lactancia y el desarrollo del lactógeno placentario, cuya función, además de estimular el crecimiento del feto, es muy importante para el metabolismo de la madre, con el fin de que su cuerpo se adapte a la evolución del embarazo.
- Cumple una función de filtro ya que permite el paso de algunas moléculas e impide el de otras.
- Sirve de vehículo para el transporte de los nutrientes que necesita el feto para desarrollarse.
- Es vital para la función respiratoria, ya que permite la llegada de oxigeno al feto y la eliminación del dióxido de carbono del feto.
Acción inmunológica: la placenta impide que el sistema inmunológico de la madre identifique al embrión como un cuerpo extraño y lo ataque como tal. Pero también sirve de barrera frente a las bacterias procedentes del exterior.
Actividad endócrina: en la placenta se sintetizan una serie de hormonas y factores de crecimiento esenciales tanto para el metabolismo del feto como de la madre. Destaca, por ejemplo, la hormona denominada gonadotrofina coriónica, que es fundamental para la evolución del embarazo.
Asimismo, produce estrógenos y otras hormonas sexuales femeninas, esenciales para la implantación definitiva del embrión en la pared del útero, para la preparación de las mamas de cara a la lactancia y el desarrollo del lactógeno placentario, cuya función, además de estimular el crecimiento del feto, es muy importante para el metabolismo de la madre, con el fin de que su cuerpo se adapte a la evolución del embarazo.