MiguelRubiano
Los que buscan cuidar su figura son los mayores consumidores de este tipo de productos. Lo cierto es que las denominaciones "diet" Y "light" tienen significados distintos, y a diferencia de lo que muchos piensan, no son productos con cero calorías.
Ambas denominaciones se utilizan para indicar que existe alguna diferencia en la composición nutricional del alimento, comparada con la versión original de dicho producto.
Entérate a continuación en qué casos deberás elegir un producto "diet" y en cuáles uno "light".
Productos Diet
La traducción de la palabra al español es "dietético". Sin embargo, esto no significa que los productos "diet" siempre sean bajos en calorías. Generalmente, los productos "diet" son aquellos recomendados para personas con ciertas condiciones médicas, pues se les ha retirado, añadido o sustituido ciertos ingredientes en su composición.
Algunos de los productos "diet" más comunes son lo que no tienen azúcar (recomendados para diabéticos), los que no tienen grasa (recomendados para personas con colesterol y triglicéridos elevados), los que no tienen gluten (recomendados para celíacos), los que tienen bajo contenido de sodio (recomendados para hipertensos), los que tienen mayor cantidad de fibra (recomendados para evitar el estreñimiento), entre otros.
Por ejemplo, un chocolate dietético puede no tener azúcar (la cual es reemplazada por un edulcorante artificial). Sin embargo, eso no significa que el chocolate no tenga grasas ni calorías. La modificación que se la ha hecho al producto original, es sustituir el azúcar por edulcorante, y por esta razón se puede etiquetar como "diet". Si bien este producto es apto para diabéticos, no necesariamente va a ser recomendable para personas que desean bajar de peso, pues su contenido calórico no deja de ser elevado.
Productos Light
La traducción de la palabra al español es "ligero" o "liviano". Los productos "light" son aquellos a los que se les ha reducido por lo menos en 25% alguno de sus ingredientes o calorías, en comparación con la versión original del producto.
Generalmente los ingredientes que se reducen son grasas y azúcares, y por esta razón dichos productos contienen una menor cantidad de calorías que las versiones originales. Esto no quiere decir que si un producto es "light" se puede consumir en mayor cantidad que uno que no lo es.
Un claro ejemplo es la mayonesa, un alimento que destaca por su contenido en grasas. Si bien la versión "light" puede llegar a tener hasta 50% menos calorías que la original, este sigue siendo un alimento calórico, pues no deja de tener grasas.
Los productos "light" son una buena opción para quienes buscan controlar su peso, pues les permite consumir una variedad de alimentos con menos calorías que los originales, pero es importante no sobrepasarse con las cantidades.
La clave para elegir el producto adecuado es leer las etiquetas. No basta solo con leer la denominación "diet" o "light". Las empresas de alimentos muchas veces buscan atraer a los consumidores atribuyendo propiedades a los productos que no necesariamente son beneficiosas para todos. Lo importante es leer el contenido nutricional del alimento, conocer cuáles son los ingredientes y cuáles son las modificaciones que se le han hecho al producto. Sólo así podrás asegurarte de que lo que vas a consumir es adecuado para tus necesidades
Light= Ligero
Ambas denominaciones se utilizan para indicar que existe alguna diferencia en la composición nutricional del alimento, comparada con la versión original de dicho producto.
Entérate a continuación en qué casos deberás elegir un producto "diet" y en cuáles uno "light".
Productos Diet
La traducción de la palabra al español es "dietético". Sin embargo, esto no significa que los productos "diet" siempre sean bajos en calorías. Generalmente, los productos "diet" son aquellos recomendados para personas con ciertas condiciones médicas, pues se les ha retirado, añadido o sustituido ciertos ingredientes en su composición.
Algunos de los productos "diet" más comunes son lo que no tienen azúcar (recomendados para diabéticos), los que no tienen grasa (recomendados para personas con colesterol y triglicéridos elevados), los que no tienen gluten (recomendados para celíacos), los que tienen bajo contenido de sodio (recomendados para hipertensos), los que tienen mayor cantidad de fibra (recomendados para evitar el estreñimiento), entre otros.
Por ejemplo, un chocolate dietético puede no tener azúcar (la cual es reemplazada por un edulcorante artificial). Sin embargo, eso no significa que el chocolate no tenga grasas ni calorías. La modificación que se la ha hecho al producto original, es sustituir el azúcar por edulcorante, y por esta razón se puede etiquetar como "diet". Si bien este producto es apto para diabéticos, no necesariamente va a ser recomendable para personas que desean bajar de peso, pues su contenido calórico no deja de ser elevado.
Productos Light
La traducción de la palabra al español es "ligero" o "liviano". Los productos "light" son aquellos a los que se les ha reducido por lo menos en 25% alguno de sus ingredientes o calorías, en comparación con la versión original del producto.
Generalmente los ingredientes que se reducen son grasas y azúcares, y por esta razón dichos productos contienen una menor cantidad de calorías que las versiones originales. Esto no quiere decir que si un producto es "light" se puede consumir en mayor cantidad que uno que no lo es.
Un claro ejemplo es la mayonesa, un alimento que destaca por su contenido en grasas. Si bien la versión "light" puede llegar a tener hasta 50% menos calorías que la original, este sigue siendo un alimento calórico, pues no deja de tener grasas.
Los productos "light" son una buena opción para quienes buscan controlar su peso, pues les permite consumir una variedad de alimentos con menos calorías que los originales, pero es importante no sobrepasarse con las cantidades.
La clave para elegir el producto adecuado es leer las etiquetas. No basta solo con leer la denominación "diet" o "light". Las empresas de alimentos muchas veces buscan atraer a los consumidores atribuyendo propiedades a los productos que no necesariamente son beneficiosas para todos. Lo importante es leer el contenido nutricional del alimento, conocer cuáles son los ingredientes y cuáles son las modificaciones que se le han hecho al producto. Sólo así podrás asegurarte de que lo que vas a consumir es adecuado para tus necesidades