El polen es uno de los grandes causantes de rinitis, por lo que en ciertas temporadas miles de personas sufren las consecuencias.
Eso podría ser parte del pasado. Sí: una nueva investigación publicada en el journal BMC Plant Biology revela cómo introduciendo un par de genes bacterianos en una planta ornamental Pelargonium (a la que pertenecen los geranios) se produce una planta libre de polen y con una larga vida.
Estas son una de las plantas más populares, cruzadas para producir una gran variedad de formas en las hojas, flores y esencias y tienen rasgos comerciales como el florecer continuamente, resistencia a las pestes y una calidad uniforme.
Bueno, en un proyecto colaborativo, investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas y Biomiva, de España, modificaron la Agrobacterium tumefaciens (la responsable de causar los conocidos tumores de cuello o agallas) insertándole genes modificados. Uno, codificando una enzima Isopentenyl phosphotransferase (ipt) que fue diseñada para destruir selectivamente las anteras productores de polen.
El ADN modificado fue inyectado por la bacteria en células de Pelargonium zonale, en las que subsecuentemente fue integrado al genoma de la planta. Matas individuales que crecieron de esas plantas transgénicas P. zonale portando los genes modificados tenían más ramas y hojas de lo normal. También tenían flores y hojas pequeñas, con colores más vibrantes y la citoquinina extra en las hojas indicó que vivían más.
Luis Cañas, uno de los investigadores explicó que “la enzima cataliza la tasa de biosíntesis de la citoquinina y consecuentemente la enzima extra produce más citoquinina y previene que las células envejezcan”.
Además, el uso de un promotor específico de anteros mediante la expresión de un gen bacterial (ribonucleasa), previene el desarrollo de células macho progenitoras en anteras y polen, creando plantas libres de polen.
La generación de plantas de larga vida son buenas nuevas para los jardineros que quieren exhibir sus flores tanto como se pueda y la ausencia de polen es una gran noticia para quienes sufren la rinitis alérgica y también evita la liberación accidental de los transgenes al ambiente. La citoquinina adicional, sin embargo, no protege contra los jardineros que se olvidan de regar las matas.
El polen es uno de los grandes causantes de rinitis, por lo que en ciertas temporadas miles de personas sufren las consecuencias.
Eso podría ser parte del pasado. Sí: una nueva investigación publicada en el journal BMC Plant Biology revela cómo introduciendo un par de genes bacterianos en una planta ornamental Pelargonium (a la que pertenecen los geranios) se produce una planta libre de polen y con una larga vida.
Estas son una de las plantas más populares, cruzadas para producir una gran variedad de formas en las hojas, flores y esencias y tienen rasgos comerciales como el florecer continuamente, resistencia a las pestes y una calidad uniforme.
Bueno, en un proyecto colaborativo, investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas y Biomiva, de España, modificaron la Agrobacterium tumefaciens (la responsable de causar los conocidos tumores de cuello o agallas) insertándole genes modificados. Uno, codificando una enzima Isopentenyl phosphotransferase (ipt) que fue diseñada para destruir selectivamente las anteras productores de polen.
El ADN modificado fue inyectado por la bacteria en células de Pelargonium zonale, en las que subsecuentemente fue integrado al genoma de la planta. Matas individuales que crecieron de esas plantas transgénicas P. zonale portando los genes modificados tenían más ramas y hojas de lo normal. También tenían flores y hojas pequeñas, con colores más vibrantes y la citoquinina extra en las hojas indicó que vivían más.
Luis Cañas, uno de los investigadores explicó que “la enzima cataliza la tasa de biosíntesis de la citoquinina y consecuentemente la enzima extra produce más citoquinina y previene que las células envejezcan”.
Además, el uso de un promotor específico de anteros mediante la expresión de un gen bacterial (ribonucleasa), previene el desarrollo de células macho progenitoras en anteras y polen, creando plantas libres de polen.
La generación de plantas de larga vida son buenas nuevas para los jardineros que quieren exhibir sus flores tanto como se pueda y la ausencia de polen es una gran noticia para quienes sufren la rinitis alérgica y también evita la liberación accidental de los transgenes al ambiente. La citoquinina adicional, sin embargo, no protege contra los jardineros que se olvidan de regar las matas.