Desinformación, terquedad, consigna, credulidad, o solo por el hecho de votar contra quien no es nuestro candidato, a través de la historia de los procesos electorales los votantes del mundo no se han caracterizado precisamente por saber elegir. Pues muchas veces no se aprende de la experiencia y muchos electores persisten en tropezar dos o más veces con la misma piedra.
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Desinformación, terquedad, consigna, credulidad, o solo por el hecho de votar contra quien no es nuestro candidato, a través de la historia de los procesos electorales los votantes del mundo no se han caracterizado precisamente por saber elegir. Pues muchas veces no se aprende de la experiencia y muchos electores persisten en tropezar dos o más veces con la misma piedra.