El océano Pacífico es el más extenso y profundo de la Tierra, y abarca un tercio de la extensión del planeta. Un océano tan vasto podría parecer invencible, pero a pesar de su tamaño (se extiende por el sur hasta la Antártida y por el norte hasta al Ártico, y también desde Asia hasta América, pasando por Australia) sus delicados equilibrios ecológicos están en peligro.
En la mayor parte de los casos, la culpa es de la actividad humana. Nos hemos dedicado a saquear las riquezas pesqueras del Pacífico y lo hemos usado como vertedero, hasta el punto de que se ha encontrado basura incluso en el punto más bajo de la Tierra, la fosa de las Marianas, situada a 11 000 metros por debajo de la superficie del mar.
Causas
El azote de las pequeñas naciones isleñas
El azote de las pequeñas naciones isleñasEl plástico es extremadamente resistente al paso del tiempo y puede desplazarse a grandes distancias flotando por el océano. En 2011, cinco millones de toneladas de escombros penetraron en el Pacífico como consecuencia del tsunami de Japón. Algunos de estos restos, de hecho, cruzaron toda la cuenca oceánica y acabaron en las costas de Norteamérica.
Islas subtropicales de basura
La basura plástica puede acabar en diferentes lugares dentro del océano. Una parte se hunde, otra acaba en las playas y otra flota en la superficie arrastrada por las corrientes, los vientos y las olas.
En torno al 1 % de la basura plástica se acumula en cinco “islas de basura” situadas en mar abierto en regiones subtropicales. Se formaron como consecuencia de la circulación oceánica, que depende de las variaciones de los campos de viento y de la rotación de la Tierra.
Asesino de vida salvaje
Los residuos plásticos de los océanos suponen innumerables peligros para la vida marina. Los animales pueden quedar atrapados en residuos como redes de pescar descartadas, lo que puede provocarles heridas o incluso que mueran ahogados.
Algunos organismos como las algas microscópicas o ciertos invertebrados pueden adherirse a estos residuos flotantes y recorrer grandes distancias dentro de los océanos. Esto implica que pueden quedar fuera de su espacio natural y de este modo colonizar otros ecosistemas como especies invasivas.
El látigo de plástico del océano
Hay constancia científica del problema de la presencia de plásticos en este océano desde la década de los sesenta, cuando dos investigadores observaron que había cadáveres de albatros cubriendo las playas de algunas islas noroccidentales de Hawai, en el Pacífico norte. Casi tres de cada cuatro crías de albatros (que murieron antes de que les pudieran crecer plumas) tenían plásticos en el estómago.
Explicación:
El océano Pacífico es el más extenso y profundo de la Tierra, y abarca un tercio de la extensión del planeta. Un océano tan vasto podría parecer invencible, pero a pesar de su tamaño (se extiende por el sur hasta la Antártida y por el norte hasta al Ártico, y también desde Asia hasta América, pasando por Australia) sus delicados equilibrios ecológicos están en peligro.
En la mayor parte de los casos, la culpa es de la actividad humana. Nos hemos dedicado a saquear las riquezas pesqueras del Pacífico y lo hemos usado como vertedero, hasta el punto de que se ha encontrado basura incluso en el punto más bajo de la Tierra, la fosa de las Marianas, situada a 11 000 metros por debajo de la superficie del mar.
Causas
El azote de las pequeñas naciones isleñas
El azote de las pequeñas naciones isleñasEl plástico es extremadamente resistente al paso del tiempo y puede desplazarse a grandes distancias flotando por el océano. En 2011, cinco millones de toneladas de escombros penetraron en el Pacífico como consecuencia del tsunami de Japón. Algunos de estos restos, de hecho, cruzaron toda la cuenca oceánica y acabaron en las costas de Norteamérica.
Islas subtropicales de basura
La basura plástica puede acabar en diferentes lugares dentro del océano. Una parte se hunde, otra acaba en las playas y otra flota en la superficie arrastrada por las corrientes, los vientos y las olas.
En torno al 1 % de la basura plástica se acumula en cinco “islas de basura” situadas en mar abierto en regiones subtropicales. Se formaron como consecuencia de la circulación oceánica, que depende de las variaciones de los campos de viento y de la rotación de la Tierra.
Asesino de vida salvaje
Los residuos plásticos de los océanos suponen innumerables peligros para la vida marina. Los animales pueden quedar atrapados en residuos como redes de pescar descartadas, lo que puede provocarles heridas o incluso que mueran ahogados.
Algunos organismos como las algas microscópicas o ciertos invertebrados pueden adherirse a estos residuos flotantes y recorrer grandes distancias dentro de los océanos. Esto implica que pueden quedar fuera de su espacio natural y de este modo colonizar otros ecosistemas como especies invasivas.
El látigo de plástico del océano
Hay constancia científica del problema de la presencia de plásticos en este océano desde la década de los sesenta, cuando dos investigadores observaron que había cadáveres de albatros cubriendo las playas de algunas islas noroccidentales de Hawai, en el Pacífico norte. Casi tres de cada cuatro crías de albatros (que murieron antes de que les pudieran crecer plumas) tenían plásticos en el estómago.