El mercado de los helados parece crecer sin límite cada año inundando supermercados y carteles de bares, cafeterías y chiringuitos. Nombres seductores y sabores llamativos están detrás de productos que no dejan de ser ultraprocesados y, por tanto, nutricionalmente poco recomendables. Pero, ¿qué pasa con los helados artesanos?
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El mercado de los helados parece crecer sin límite cada año inundando supermercados y carteles de bares, cafeterías y chiringuitos. Nombres seductores y sabores llamativos están detrás de productos que no dejan de ser ultraprocesados y, por tanto, nutricionalmente poco recomendables. Pero, ¿qué pasa con los helados artesanos?