El sabor que emana la carne cruda es ligeramente salino (similar al de la sangre). Debido a la cocción y como consecuencia de factores semejantes a los que contribuyen a la formación del aroma se distinguen según se trate de carnes asadas, hervidas o fritas. La especie, la edad y el tipo de alimentación, así como las condiciones de almacenamiento, contribuyen notablemente al sabor. La diferencia de concentración de los componentes sápidos, así como un mayor contenido del pigmento mioglobina (el cual le confiere un ligero sabor metálico como consecuencia de su contenido de hierro) determinan que la carne del animal adulto pueda resultar más sabrosa que las de los animales muy jóvenes. La cocción prolongada puede generar compuestos sulfurados (SH2) y por lo tanto afectar desfavorablemente el sabor y el aroma. Es también muy importante la alimentación recibida por el animal. Algunos consumen pasturas donde pueden ingerir hierbas que le impiden excretar substancias procedentes del metabolismo del aminoácido triptofano y en consecuencia la carne puede tener sabor a escatol, sumamente desagradable. En el cerdo, por ser un monogástrico, los malos olores y sabores pueden quedar contenidos en el tejido graso.
El sabor que emana la carne cruda es ligeramente salino (similar al de la sangre). Debido a la cocción y como consecuencia de factores semejantes a los que contribuyen a la formación del aroma se distinguen según se trate de carnes asadas, hervidas o fritas.
La especie, la edad y el tipo de alimentación, así como las condiciones de almacenamiento, contribuyen notablemente al sabor. La diferencia de concentración de los componentes sápidos, así como un mayor contenido del pigmento mioglobina (el cual le confiere un ligero sabor metálico como consecuencia de su contenido de hierro) determinan que la carne del animal adulto pueda resultar más sabrosa que las de los animales muy jóvenes.
La cocción prolongada puede generar compuestos sulfurados (SH2) y por lo tanto afectar desfavorablemente el sabor y el aroma.
Es también muy importante la alimentación recibida por el animal. Algunos consumen pasturas donde pueden ingerir hierbas que le impiden excretar substancias procedentes del metabolismo del aminoácido triptofano y en consecuencia la carne puede tener sabor a escatol, sumamente desagradable. En el cerdo, por ser un monogástrico, los malos olores y sabores pueden quedar contenidos en el tejido graso.