La familia es ordenada por Dios. Es la unidad más importante de esta vida y de la eternidad. Aun antes de nacer en la tierra éramos parte de una familia. Cada uno de nosotros “es un amado hijo o hija procreado como espíritu por padres celestiales” con “una naturaleza y un destino divinos” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liahona, octubre de 1998, pág. 25). Dios es nuestro Padre Celestial y vivimos en Su presencia como parte de Su familia en la vida preterrenal. Allí aprendimos nuestras primeras lecciones y se nos preparó para esta vida (véase Doctrina y Convenios 138:56).
Respuesta:
La familia es ordenada por Dios. Es la unidad más importante de esta vida y de la eternidad. Aun antes de nacer en la tierra éramos parte de una familia. Cada uno de nosotros “es un amado hijo o hija procreado como espíritu por padres celestiales” con “una naturaleza y un destino divinos” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liahona, octubre de 1998, pág. 25). Dios es nuestro Padre Celestial y vivimos en Su presencia como parte de Su familia en la vida preterrenal. Allí aprendimos nuestras primeras lecciones y se nos preparó para esta vida (véase Doctrina y Convenios 138:56).
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