-Una de nuestras islas adyacentes, la Isla Tortuga, puede ser considerada como el origen de la frontera dominico-haitiana como hoy la conocemos. Esta isla, situada al norte de La Española, es escenario de un intenso drama, el cual conocemos remontándonos al siglo XVII.
Su población en el siglo XVII tiene que ver con el desalojo de que fue víctima una población constituida por franceses e ingleses que habitaban la isla de San Cristóbal. El desalojo fue llevado a cabo por Fradique de Toledo, quien dirigía la armada española de Barlovento. Este poblamiento también tuvo que ver con la devastación de Osorio, ya que algunos habitantes al salir, fueron a parar a la despoblada Banda del Norte, mientras que otros fueron a pasar a la isla Tortuga. Enteradas las autoridades de Santo Domingo de la presencia estos extranjeros, organizaron una expedición dirigida por el Capitán Ruy Fernández de Fuenmayor a principios de 1635. Los que habitaron La Tortuga fueron apresados por sorpresa, y los que no murieron en la contienda o fueron apresados, lograron internarse en la Banda del Norte donde quedaron fuera del alcance de las Tropas. Como los españoles dejaron abandonada la isla luego del combate, esta fue habitada de nuevo por extranjeros, pero en 1638 el Almirante Carlos Ibarra recibió la orden de dirigir la flota de galeones hacia la pequeña isla y exterminar a todo enemigo encontrado allí. Después del-desalojo y de la fuga de algunos habitantes hacia la costa Norte de La Española, los atacantes metropolitanos se retiraron y se repitió la misma historia: nuevos grupo de extranjeros volvieron a denominar la zona y a operar libremente.
De acuerdo a la ubicación de los pobladores extranjeros tanto en la Banda del Norte como en La Tortuga, fue estableciéndose la diferencia de dos sociedades libres. Una, la de los hombres que operaban en la tierra grande La Española, y que por dedicarse a buscar seres para cazarlos y vender la carne y el cuero, fueron llamados bucaneros. La otra sociedad fue la que se formó en la Tortuga, por hombres que vivían del mar, pirateando y distribuyéndose todo lo que conseguían. Estos hombres eran llamados filibusteros. Un inglés llamado Roger Flood fue el primero en imponer su jefatura en la zona; sin embargo, las diferencias nacionales bien pronto originaron reyertas y conflictos debido a que cada grupo representaba intereses metropolitanos. Estos intereses, movidos por las compañías, no sólo buscaban afectar al monopolio de Sevilla a través del corzo, la piratería o el contrabando, sino que originaban la competencia entre las propias naciones que se hallaban en enemistad con España.
-Una de nuestras islas adyacentes, la Isla Tortuga, puede ser considerada como el origen de la frontera dominico-haitiana como hoy la conocemos. Esta isla, situada al norte de La Española, es escenario de un intenso drama, el cual conocemos remontándonos al siglo XVII.
Su población en el siglo XVII tiene que ver con el desalojo de que fue víctima una población constituida por franceses e ingleses que habitaban la isla de San Cristóbal. El desalojo fue llevado a cabo por Fradique de Toledo, quien dirigía la armada española de Barlovento. Este poblamiento también tuvo que ver con la devastación de Osorio, ya que algunos habitantes al salir, fueron a parar a la despoblada Banda del Norte, mientras que otros fueron a pasar a la isla Tortuga. Enteradas las autoridades de Santo Domingo de la presencia estos extranjeros, organizaron una expedición dirigida por el Capitán Ruy Fernández de Fuenmayor a principios de 1635. Los que habitaron La Tortuga fueron apresados por sorpresa, y los que no murieron en la contienda o fueron apresados, lograron internarse en la Banda del Norte donde quedaron fuera del alcance de las Tropas. Como los españoles dejaron abandonada la isla luego del combate, esta fue habitada de nuevo por extranjeros, pero en 1638 el Almirante Carlos Ibarra recibió la orden de dirigir la flota de galeones hacia la pequeña isla y exterminar a todo enemigo encontrado allí. Después del-desalojo y de la fuga de algunos habitantes hacia la costa Norte de La Española, los atacantes metropolitanos se retiraron y se repitió la misma historia: nuevos grupo de extranjeros volvieron a denominar la zona y a operar libremente.
De acuerdo a la ubicación de los pobladores extranjeros tanto en la Banda del Norte como en La Tortuga, fue estableciéndose la diferencia de dos sociedades libres. Una, la de los hombres que operaban en la tierra grande La Española, y que por dedicarse a buscar seres para cazarlos y vender la carne y el cuero, fueron llamados bucaneros. La otra sociedad fue la que se formó en la Tortuga, por hombres que vivían del mar, pirateando y distribuyéndose todo lo que conseguían. Estos hombres eran llamados filibusteros. Un inglés llamado Roger Flood fue el primero en imponer su jefatura en la zona; sin embargo, las diferencias nacionales bien pronto originaron reyertas y conflictos debido a que cada grupo representaba intereses metropolitanos. Estos intereses, movidos por las compañías, no sólo buscaban afectar al monopolio de Sevilla a través del corzo, la piratería o el contrabando, sino que originaban la competencia entre las propias naciones que se hallaban en enemistad con España.