Explicación paso a paso:Modificaciones numerosas, y algunas esenciales, han sido introducidas en esta nueva edición. Una de ellas enaltece sobremanera la jerarquía científica del Almirante, por haber atribuido algunos saltos de la aguja a la estrella polar. Los observados en las noches del 13 y del 17 de septiembre en el primer viaje quedan perfectamente explicados con la expresiva frase «la estrella hace movimiento y no las agujas» y nada hay en ella de «especioso». En efecto, Colón sabía de sobra que la polar no coincide con el polo; y el movimiento durante la noche alrededor del polo, explica perfectamente los hechos observados, como demostraremos en lugar adecuado, utilizando los cálculos efectuados a nuestro ruego en el Observatorio de San Fernando, por gentileza de su sabio Director.
Dolorosa ha sido en cambio la rectificación del elogio que en la primera edición dedicábamos al gran Nebrija, a quien suele atribuirse una medición geodésica; según un documentado estudio de Vigil y Ruiz Aizpiri, esta esperanza se desvanece como tantas otras, y el rigor histórico obliga a consignarlo, rectificando una confusión de los entusiastas historiadores de la ciencia española.
Respuesta:
no se no soy buena en matemáticas
Respuesta:espero que te ayude
Explicación paso a paso:Modificaciones numerosas, y algunas esenciales, han sido introducidas en esta nueva edición. Una de ellas enaltece sobremanera la jerarquía científica del Almirante, por haber atribuido algunos saltos de la aguja a la estrella polar. Los observados en las noches del 13 y del 17 de septiembre en el primer viaje quedan perfectamente explicados con la expresiva frase «la estrella hace movimiento y no las agujas» y nada hay en ella de «especioso». En efecto, Colón sabía de sobra que la polar no coincide con el polo; y el movimiento durante la noche alrededor del polo, explica perfectamente los hechos observados, como demostraremos en lugar adecuado, utilizando los cálculos efectuados a nuestro ruego en el Observatorio de San Fernando, por gentileza de su sabio Director.
Dolorosa ha sido en cambio la rectificación del elogio que en la primera edición dedicábamos al gran Nebrija, a quien suele atribuirse una medición geodésica; según un documentado estudio de Vigil y Ruiz Aizpiri, esta esperanza se desvanece como tantas otras, y el rigor histórico obliga a consignarlo, rectificando una confusión de los entusiastas historiadores de la ciencia española.