Sea que dejemos o no nuestro trabajo, la identidad de un discípulo ya no es “pescador”, “cobrador de impuestos” o cualquier otra cosa, ahora es “seguidor de Jesús”. Esto nos reta a resistir la tentación de convertir nuestro trabajo en el elemento que determina quiénes somos.
Respuesta:
Sea que dejemos o no nuestro trabajo, la identidad de un discípulo ya no es “pescador”, “cobrador de impuestos” o cualquier otra cosa, ahora es “seguidor de Jesús”. Esto nos reta a resistir la tentación de convertir nuestro trabajo en el elemento que determina quiénes somos.
Explicación:
Hola ese es un mensaje