Después de ser bautizados, a cada uno de nosotros se nos puso las manos sobre la cabeza para que recibamos el don del Espíritu Santo y, si somos fieles, podremos tener Su influencia continuamente con nosotros. Por medio de Él, cada uno de nosotros puede ser bendecido con ciertos poderes espirituales llamados dones del Espíritu. Esos dones se les dan a quienes son fieles a Cristo. “
Después de ser bautizados, a cada uno de nosotros se nos puso las manos sobre la cabeza para que recibamos el don del Espíritu Santo y, si somos fieles, podremos tener Su influencia continuamente con nosotros. Por medio de Él, cada uno de nosotros puede ser bendecido con ciertos poderes espirituales llamados dones del Espíritu. Esos dones se les dan a quienes son fieles a Cristo. “