Ambos textos han sido traducidos a multitud de lenguas para hacer comprensible su contenido. Sin embargo, la diferencia radica en que, en los actos de culto, la Biblia sí se usa en la lengua propia de cada pueblo. El Corán sólo se usa en árabe, lengua de Dios. De ahí que sea tan importante la recitación del texto en dichos actos.
La principal diferencia entre ambos textos en cuanto a la enseñanza se refiere a que la figura de Cristo es concebida de un modo muy distinto. En el Corán, Jesús se inscribe entre los grandes profetas, predecesor de Mahoma. En ningún caso se le reconoce como hijo de Dios. Por este motivo, el Corán califica a los cristianos de “asociadores”, ya que “asocian” al Dios único un Hijo de igual naturaleza. Del mismo modo, hay que entender las menciones al Espíritu Santo. Para un cristiano es Espíritu de Dios, expresión del amor existente entre el Padre y el Hijo. En el Corán, el Espíritu es una emanación divina, pero no forma parte de su misma naturaleza.
Para el Islam, el Corán es la palabra revelada de Dios. Y el Profeta Mahoma es sólo su transmisor. Porque esa palabra ha sido dictada íntegramente por Dios mismo. Para el cristiano, la Palabra de Dios es una persona, Verbo encarnado en Jesús, la Palabra de Dios hecha hombre, y no un libro. El Nuevo Testamento nos transmite esa Palabra viva por testimonio de los apóstoles.
Ambos textos han sido traducidos a multitud de lenguas para hacer comprensible su contenido. Sin embargo, la diferencia radica en que, en los actos de culto, la Biblia sí se usa en la lengua propia de cada pueblo. El Corán sólo se usa en árabe, lengua de Dios. De ahí que sea tan importante la recitación del texto en dichos actos.
La principal diferencia entre ambos textos en cuanto a la enseñanza se refiere a que la figura de Cristo es concebida de un modo muy distinto. En el Corán, Jesús se inscribe entre los grandes profetas, predecesor de Mahoma. En ningún caso se le reconoce como hijo de Dios. Por este motivo, el Corán califica a los cristianos de “asociadores”, ya que “asocian” al Dios único un Hijo de igual naturaleza. Del mismo modo, hay que entender las menciones al Espíritu Santo. Para un cristiano es Espíritu de Dios, expresión del amor existente entre el Padre y el Hijo. En el Corán, el Espíritu es una emanación divina, pero no forma parte de su misma naturaleza.
Para el Islam, el Corán es la palabra revelada de Dios. Y el Profeta Mahoma es sólo su transmisor. Porque esa palabra ha sido dictada íntegramente por Dios mismo. Para el cristiano, la Palabra de Dios es una persona, Verbo encarnado en Jesús, la Palabra de Dios hecha hombre, y no un libro. El Nuevo Testamento nos transmite esa Palabra viva por testimonio de los apóstoles.